Las siguientes 33 Directivas del Gran Maestro de la masonería a los Obispos masones han sido puestas en práctica desde 1962 (con el aggiornamento del Vaticano II); y reelaboradas en 1993 como proyecto progresivo para la fase final.
Todos los masones infiltrados en la Iglesia católica debían acogerlas y realizarlas.
Estas Directivas han sido publicadas en el libro de Don Luis Villa: La Masonería y la Iglesia Católica. Editorial Civiltá, 2008, pp.16-24.
1- Destronad definitivamente cada imagen de la Iglesia, comenzando por la de San Miguel Arcángel, Patrón de la Iglesia Católica, afirmando que distraen de la adoración de Cristo.
2- Suprimid los ejercicios penitenciales de Cuaresma, como la abstinencia de carne de los viernes, así como la práctica del ayuno. Impedid los actos de mortificación, que deben ser reemplazados por actos de alegría, de felicidad y de “amor al prójimo”. Decid que los méritos de Cristo son suficientes haciendo que los esfuerzos humanos sean peligrosos, pues pueden interpretarse como falta de fe en Dios. Predicad que debemos tomar en serio la preocupación por nuestra salud estimulando el consumo de carne, especialmente la de cerdo.
3- Encargad a los pastores protestantes reexaminar la Misa y de desconsagrarla. Sembrad dudas sobre la Presencia Real en la Eucaristía y confirmad con mayor cercanía a las tesis protestantes, que sólo se trata de pan y vino bendecidos; y, en cuanto tales, debe entenderse como puro símbolo. Diseminad las más implacables dudas de protestantes liberales progresistas en los seminarios y en las escuelas. Fomentad el ecumenismo como camino hacia la amistad. Acusad de desobediencia a aquellos que continúen creyendo, tradicionalmente, en la Presencia Real.
4- Prohibid, de hecho, haciendo creer que lo es también de derecho, la liturgia latina clásica (el llamado rito “Tridentino”), con todas sus derivaciones de adoración y cánticos, ya que transmiten un sentido de misterio y de deferencia. Presentadles como ligados a la imaginación. Los hombres dejarán de estimar a los sacerdotes personas de elegancia y cultura superior, de respetarlos como portadores de los divinos misterios.
5- Estimulad a las mujeres a no cubrirse la cabeza con el velo; en la iglesia, los cabellos son “sexy”. Imponed a las mujeres como lectoras, y presentad como necesidad democrática que se conviertan en sacerdotisas. Fundad movimientos para la liberación de la mujer. Impulsadlas para que entren en la iglesia con vestidos desaliñados, para que se sientan como en su casa. Esto disminuirá la importancia de la Misa.
6- Convenced a los fieles de no recibir la Comunión de rodillas. Decid a las monjas que deben prohibir a los niños de mantener las manos juntas, antes y después de la Comunión, diciéndoles que Jesús los ama tal como son, y los quiere ver siempre cómodos. Eliminad las genuflexiones en la iglesia y el quedar de rodillas. Retirad los reclinatorios. Decid a la gente que deben testimoniar la propia fe actuando a su manera, o a lo máximo, en posición erguida.
7- Eliminad la música sacra, en particular el órgano. Introducid la guitarra, arpa judía, tambores, pataleo (¡hacer ruido con los pies!) o “sagradas” risotadas en la iglesia. Esto distraerá a la gente de la oración personal y de las conversaciones con Jesús. Negad a Jesús el tiempo de llamar a los niños a la vida religiosa. Ejecutad, alrededor del Altar, danzas litúrgicas con vestimentas excitantes y, teatros y conciertos.
8- Quitad el carácter sagrado a los cantos a la Madre de Dios y a San José. Enseñad que estas veneraciones son idolatría. Ridiculizad a los que persisten. Introducid cantos protestantes modernos. Esto dará la impresión que el protestantismo liberal-progresista es la verdadera religión, o al menos que es igual al Catolicismo.
9- Eliminad todos los himnos: aún aquellos a Jesús que hacen pensar en la serenidad que deriva de la vida de mortificación y de penitencia por Dios, ya desde la infancia. Introducid cantos nuevos como para convencer a la gente que los precedentes eran falsos. Aseguraos que en cada Misa se cante aunque sea un canto en el cual no se mencione a Jesús y que en su lugar se hable del amor entre los hombres. La juventud se entusiasmará al sentir hablar de amor por el prójimo. Predicad el amor, la tolerancia y la unidad. Que no se mencionen a Jesús, prohibid cada anuncio de la Eucaristía.
10- Volviendo a lo que he dicho en el punto 1, no os limitéis a sacar las imágenes de la iglesia. Retirad todas las reliquias de los altares y, seguidamente, los altares mismos. Sustituidlas con mesas paganas, no consagradas, que puedan ser usadas para sacrificios humanos en el curso de ceremonias satánicas. Eliminad las leyes canónicas que obligan a celebrar únicamente en altares conteniendo reliquias.
11- Interrumpid la práctica de celebrar Misa en dirección del tabernáculo. No admitáis ningún tabernáculo sobre altares que son usados para la celebración de la Misa. La mesa debe tener el aspecto de una mesa de cocina. Debe ser trasportable para mostrar que no es para nada sagrada, sino que debe servir para muchos usos, como por ejemplo, para conferencias. Más aún, colocad al menos una silla a tal mesa. El sacerdote debe tomar lugar para indicar que, después de la Comunión él descansa como después de haber comido. El sacerdote nunca debe hacer genuflexiones ni permanecer arrodillado. En las comidas, en efecto, uno nunca se arrodilla. La silla del cura debe estar colocada en el lugar que pertenece al tabernáculo. Estimulad a los fieles a que tengan hacia el sacerdote los sentimientos de veneración y adoración que deberían tener hacia la Eucaristía, y a que, como “buena cosa y justa”, le obedezcan como si fuese Jesús en persona. Colocad el Tabernáculo en otro lugar, fuera de la vista.
12- Haced desaparecer los santos del calendario. Prohibid a los sacerdotes predicar sobre los santos, salvo sobre aquellos citados en la Biblia. Explicad que esto es en consideración a los protestantes que eventualmente pudieran estar presentes en la iglesia. Evitad todo aquello que pueda molestar a los mismos.
13- En la lectura del Evangelio omitir la palabra “Santo”. Por ejemplo: en vez de “Evangelio según San Juan”, decid “Evangelio según Juan”. Esto inducirá a no venerarlo más. Escribid continuamente nuevas traducciones de la Biblia, que no serán peores de las usadas por los protestantes. Omitid el adjetivo “SANTO” en la expresión “Espíritu Santo”. Esto abrirá el camino. Evidenciad la naturaleza “femenina” de Dios”, como una madre llena de ternura. Eliminad el uso del término “Padre”.
14- Haced desaparecer todos los devocionarios y libros de piedad personales y destruidlos. En consecuencia desaparecerán también las letanías del Sagrado Corazón, las de la Madona, las de San José y las preparaciones a la Comunión, así como el agradecimiento de la post comunión.
15- Haced desaparecer también las imágenes de los ángeles. ¿Por qué tener en nuestro camino las representaciones de nuestros enemigos? Para las buenas noches contad mitos o historietas.
16- Suprimid el exorcismo menor para expulsar los demonios. Empeñaros en esto, afirmando que los diablos no existen, explicad que son sólo un artificio literario para definir el mal, visto que, sin un adversario, las historias no son interesantes. En consecuencia la gente dejará de creer en el infierno, o deducirá que no podrán caer nunca en él. Finalmente, si se les repite que más que nada consiste en la lejanía de Dios, pensarán que, si existe, la vida allí debe ser parecida a la de la tierra.
17- Enseñad que Jesús era solamente hombre, que tenía hermanos y hermanas y que odiaba a los potentados. Explicad que amaba la compañía de las prostitutas y que no sabía qué hacer de las iglesias y sinagogas. Decid que, en su vida equivocada, invitó a desobedecer al clero. Definidlo a menudo como un “Gran Maestro”. En el discurso no consideréis la victoria sobre la cruz, por el contrario, presentadla como un fracaso.
18- Recordad que podéis inducir a las religiosas a traicionar su vocación estimulando su vanidad con el halago de su atractivo y belleza, lo que naturalmente las llevará a cambiar sus hábitos arrojando los rosarios. Revelad al mundo que en sus conventos hay conflictos y disidencias. Esto disminuirá las vocaciones. Decidles que no serán aceptadas si no renuncian a los hábitos. Entre los fieles, desacreditad las vestimentas eclesiásticas.
19- Quemad todos los catecismos. Decid a los catequistas que enseñen que el mejor modo de amar a Dios es amarlo en sus criaturas. Amarlo abiertamente es testimonio de madurez. Haced que el término “sexo” se vuelva una palabra de uso diario y corriente en las clases y en los cursos de religión. Haced del sexo una nueva religión. Introducid en las lecciones de religión imágenes sexuales, crudas y explícitas, con el fin de enseñar a los pequeños la realidad. Estimulad a las escuelas para que estén siempre atentas en todo lo relativo a la educación sexual. Introducid tal materia sirviéndoos de vuestra autoridad episcopal. Así los padres no se opondrán y los pocos que lo hagan pasarán por excéntricos y/o rebeldes.
20- Sofocad las escuelas católicas, impidiendo las vocaciones religiosas femeninas. Decid a las Religiosas que son trabajadoras sociales mal pagadas y que la Iglesia está en camino de eliminarlas. Insistid en que los educadores laicos de escuelas católicas deben recibir los mismos sueldos que los de las escuelas públicas. Emplead maestros no católicos y/o en pecado mortal público. Los sacerdotes deben recibir igual remuneración que la que reciben el resto de los profesores. Todos los sacerdotes deben abandonar las sotanas, de manera a ser aceptados por todos. Ridiculizad a aquellos que las sigan usando.
21- Aniquilad el papado destruyendo su Universidad. Desvinculadla del Vaticano, diciendo que de esta manera podrá ser subsidiada por el gobierno. Para promover el ecumenismo, sustituid los nombres religiosos de los institutos por nombres profanos. Por ejemplo, en vez de Escuela “Inmaculada Concepción” decid: “Nueva Escuela Superior”. Cread en todas las diócesis, órganos de ecumenismo y aseguraos de que estén controlados por protestantes. Anunciad que la autoridad competente la constituyen los Obispos locales, y explicad a la gente que las enseñanzas papales son sólo temas de conversación, que lo que cuenta en realidad, es el magisterio de las conferencias episcopales.
22- Combatid la autoridad papal, poniendo límites de edad a su ejercicio. Reducidla poco a poco, explicando que se trata de preservarlo del exceso de trabajo.
23- Sed audaces. Debilitad el papado, reforzando cada vez más las Conferencias Episcopales e introduciendo Sínodos permanentes. Tomad como modelo de referencia la situación inglesa, donde el monarca reina pero no gobierna, y hasta obedece a las Cámaras. Seguidamente, reproducid la misma situación a nivel de las diócesis y de las parroquias. De este modo, se originará tal confusión y un tal odio que los cardenales abandonarán la iglesia enseguida; y la iglesia, entonces, será democrática. Surgirá la “Iglesia Nueva”.
24- Reducid las vocaciones sacerdotales. Haced que los laicos pierdan todo temor reverencial por esto. El escándalo público de un sacerdote desbaratará innumerables vocaciones. Alabad públicamente a los sacerdotes que, por amor a una mujer, han sabido abandonar todo, definiéndolo como a un héroe. Honrad a los sacerdotes reducidos al estado laical, como a auténticos mártires oprimidos. Condenad como escándalo deban darse a conocer y publicarse los nombres de nuestros compañeros sacerdotes masones. Sed tolerantes con la homosexualidad del clero. Decid como burlándoos que los sacerdotes sufren de soledad.
25- A causa de la escasez del clero, empezad a cerrar iglesias. Elogiad tal práctica como medida económica. Explicad que Dios escucha los rezos en todas partes. La gente recriminará a las iglesias por extravagantes despilfarros de dinero. Cerrad, antes que nada, aquellas en las que se practica la piedad tradicional.
26- Utilizad Comisiones de laicos y sacerdotes débiles en la fe para hacer condenar cada aparición de María y cada aparente milagro. Servíos de nuestros colegas, hábiles en las artes ocultas o en estafar, para organizar falsos milagros. Señalad a todos los videntes, verdaderos o falsos, como desobedientes a la autoridad eclesiástica.
27- Elegid un antipapa. Afirmad que él unirá a protestantes y a hebreos a la Iglesia. Si se diera derecho de voto a los obispos, podría ser elegido un antipapa. Entonces, serían electos muchos antipapas. Eventualmente, se instalará uno de compromiso.
28- Suprimid la confesión antes de la Comunión, a los escolares del segundo y tercer año. Así, creciendo, estarán acostumbrados a no practicarla. La confesión desaparecerá. Introducid la confesión comunitaria silenciosa con la absolución en grupo. Explicad que esto se hace por la falta de sacerdotes.
29- Haced distribuir la Comunión a mujeres y laicos. Comenzad dando la comunión en la mano como lo hacen los protestantes. Explicad que Cristo lo hacía de la misma manera. Recoged hostias consagradas para las “misas negras” en nuestros templos. En lugar de la Comunión personal, dad copones de hostias no consagradas para llevarlas consigo a la casa. Colocad distribuidores automáticos de hostias para las comuniones. Haced que las personas en la iglesia se desplacen para cambiar signos de paz y que no hagan el signo de la cruz.
30- Luego de la instalación del antipapa, disolved las asambleas episcopales diocesanas y parroquiales. Prohibid que se cuestionen estas disposiciones. Acusad de desobediencia a todos aquellos que lo hagan.
31- Conferid al antipapa el máximo poder de elegir sus propios sucesores. Ordenad a todos llevar el “signo de la Bestia” (que, obviamente, no llamaréis así), bajo amenaza de excomunión, y de denunciarlos al “Brazo secular” tan pronto como sea posible. El signo de la Cruz no debe ser transmitido ni hecho sobre las personas. No hay que bendecir más. Hacer el signo de la cruz debe ser considerado un acto nefasto de idolatría y desobediencia.
32- Declarad que todos los dogmas, salvo la infalibilidad papal, son de libre opinión. Proclamad que Jesucristo ha sido un revolucionario fracasado. Anunciad que el verdadero Cristo llegará pronto, y que hasta ese momento sólo debe ser obedecido el Antipapa.
33- Ordenad a todos los súbditos del papa combatir una guerra santa contra todos los integrismos y para extender la única religión mundial. Conquistad sin piedad el mundo. Todo esto traerá a la humanidad cuanto ha anhelado ardientemente: “la edad de oro de la paz”.
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