jueves, 28 de diciembre de 2017

LA NOUVELLE THEOLOGIE NUEVA TEOLOGÍA ... VIEJO MODERNISMO



La “Nueva Teología” (o en Francés, la “Nouvelle Théologie”) fue un movimiento teológico que fue fundado en Bélgica en los años 30, que buscaba crear un nuevo modelo de teología más acorde y accesible al mundo contemporáneo, dejando de lado el intelectualismo aristotélico-tomista, y comprender la Revelación en forma vivencial, o como decían ellos mismos: “Para la elaboración y construcción de la Teología como hoy se enseña se han empleado sistemas filosóficos griegos, particularmente el aristotelismo. ¿No será posible en nuestros días armar otra Teología, moderna, sin dejar de ser católica, pero elaborada según las tendencias y esquemas conceptuales del evolucionismo, el idealismo, el historisismo o el existencialismo?” (Comentarios a la Encíclica “Humani Generis”, Desclée de Brouwer, Bilbao 1952, pag. 256). 

FIG.1 - HEREJES CONGAR Y CHENÚ 

Según ellos, la Teología no debería ser tan racional, sino más bien la realización de los misterios de Dios, una experiencia de la fe mediante la participación existencial, o sea, debíase dejar atrás la razón para entender las cosas de Dios e ir a la vivencia; renovar la Teología actualizándola y adaptándola a las exigencias científicas filosóficas y críticas de nuestro tiempo. Y la Revelación, no la entendían como el Mensaje de Dios dado a los hombres, sino la Manifestación de Cristo en medio de ellos.
Esta corriente se inició en los albores del siglo XX, principalmente por los trabajos del P. Ambroise Gardeil O.P. (1909) y Pierre Rousselot S.J. (1910), pero no llegó a posiciones realmente objetadas sino en los años 1937 y 1938 con la publicación de “Une école de Théologie. Le Saulchoir” del P. Marie-Dominique Chenu O.P. y de “Essai sur le problème théologique” del P. Louis Charlier. La Escuela “Le Saulchier” (El saucedal) fue protagonizada por herejes modernistas como Pierre Teilhard de Chardin, Henri de Lubac, Jean Daniélou, Yves Congar y el referido Chenu; aunque el que le dio el nombre de “Nueva Teología” fue su máximo contradictor, el dominico Réginald Garrigou-Lagrange, quien alertó que eran una manifestación del modernismo condenado por San Pío X.


El 4 de febrero de 1942, el Santo Oficio puso por decreto las obras de Chenu y de Charlier en el Índice de los Libros Prohibidos, dándosele por primera vez el nombre de “Teología nueva” a dichas tendencias:
“De allí se pone de manifiesto que la Teología nueva que los escritores introducen y propugnan… no propone nada de cierto y de constante que proporcione el fundamento para construir una nueva doctrina más acomodada a las necesidades que hoy existen” (Actas de la Sede Apostólica, 34 (1943) 37 y 148). 

   FIG. 2 -  HEREJES RATZINGER Y CONGAR

Y en 1943 dijo:
“Aun cuando no se atreven a hablar todavía de una nueva Teología, por lo menos no se ruborizan en hablar sobre la nueva tendencia en la Teología”.
El 17 de septiembre de 1946, Pío XII en persona se refirió al asunto diciendo a los Padres Jesuitas que se habían reunido en congregación general para elegir a sus superiores generales:
“A todos y cada uno de los que tienen la ocupación de enseñar, de palabra o por escrito, la Teología, las Sagradas Escrituras, las demás disciplinas eclesiásticas y también la Filosofía suene muy alto la voz del Apóstol: “¡Oh Timoteo!, guarda el depósito de la fe, dando de mano a las profanas palabrerías y contradicciones de la mal llamada ciencia” (I Tim. 6, 20). Cierto es que en el planteamiento de las cuestiones, en el desarrollo de los argumentos, en la elección del estilo y género literario, conviene que con prudencia se acomoden, en el decir a la mentalidad y al gusto de su siglo. Pero lo que es inmutable nadie lo turbe ni pretenda cambiarlo. Muchas cosas se han dicho pero sin fundamento suficientemente razonado sobre la “nueva Teología” (Pío XII también la llama así aquí), que evoluciona simultáneamente a una con todas las demás cosas humanas, siempre en marcha, sin llegar nunca. Si tal opinión se admitiera, ¿a qué se reducirían los dogmas católicos que nunca cambian? ¿Qué sería de la unidad y estabilidad de la fe?” (Actas de la Sede Apostólica, 38 (1946) 384-385).

Cinco días más tarde, el 22 de septiembre de 1946, Pío XII dirigió un discurso a los Padres Dominicos reunidos para elegir a su superior general, diciendo:
“Se ponen ahora en tela de juicio los mismos principios de la Filosofía y los fundamentos de la Teología, que toda razón y disciplina, si en realidad y de nombre se estiman por católicos, reconocen y veneran. Se trata de la ciencia y de la fe, de su naturaleza y relaciones mutuas, se trata de la misma base sobre la cual descansa la fe y que ningún juicio de censura debe tocar.
 Trátase de las verdades reveladas por Dios y se pregunta si la mente humana puede penetrar en ella con nociones ciertas y deducir de ellas otras verdades. Para decirlo en pocas palabras, lo que se discute es si lo que Santo Tomás de Aquino edificó, fuera y por encima de todo tiempo, reuniendo y reduciendo a síntesis los elementos que cultivadores de la sabiduría de todos los tiempos lograron alcanzar, si esa obra del Angélico descansa sobre roca firme, si es perpetuamente actual y valedera, si sirve aún hoy para proteger y defender el sagrado depósito de la fe católica, si es utilizable, además, para orientar con seguridad y moderación los nuevos progresos de la Teología y Filosofía. La Iglesia afirma que si…” (Actas de la Sede Apostólica, 38 (1946) 387).

FIG. 3 - HEREJES KARL RAHNER Y RATZINGER 

El 12 de agosto de 1950, Pío XII publicó la Encíclica “Humani Generis” en que trata más a fondo los problemas fundamentales de la nueva tendencia demostrando “la incompatibilidad, la inconciliabilidad del inmanentismo, del idealismo, del materialismo histórico y dialéctico y del existencialismo con el dogma católico”.
La “Nueva Teología” quería echar mano de las ciencias terrenas para interpretar la Revelación, rechazando la sólida doctrina del Angélico Santo Tomás de Aquino. Pero como sucedió posteriormente, el Vaticano II borró de un plumazo la condenación a esa corriente modernista, adoptándola como fundamento para sus documentos oficiales. Y cómo no extrañarlo, siendo que el Concilio fue dominado por los progresistas alemanes (encabezados por Frings, Küng, Rahner, y Ratzinger Tauber).

TODO ESTO SUCEDIÓ EN EL CONCILIO VATICANO II, HOY ES CRISIS

La crisis moderna en la Iglesia es apostasía, y para averiguar sus orígenes tendremos que ir atrás pre-concilio. Dios y la Inmaculada Madre nuestra nos guarde ante tanto engaño sutil judeo-masónico y de los iscariotes modernistas, no nos queda de otra volver a la Sagrada Tradición. Amén.
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miércoles, 27 de diciembre de 2017

EL SEXO ORAL Y ANAL EN LOS CRISTIANOS -¿ES PECADO ?



Esta clase de temas que para muchos es un tabú, pero que también es necesario responder a esta clase de preguntas, que surgen en el mundo cristiano y secular. Trataremos de responder esta pregunta a la luz de la palabra de Dios.

Para muchos el sexo oral y anal es permitido, siempre y cuando se practique dentro del vínculo del matrimonio, muchos lo ven normal en una sociedad cada día más “liberal y moderna”.
¿Pero será esto agradable a Dios?, ¿Que dice la Biblia sobre esto?

Quiero aclarar que no hay ningún mandato explícito y directo en la Biblia que diga “No tendrás sexo oral y anal porque es pecado”. Pero si tenemos abundancia de principios que prueban que Dios condena este tipo de actos. Analicemos algunos:

“Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios.” Hebreos 13:4 

La palabra honroso significa, algo santo, algo sagrado. El matrimonio y el acto sexual es algo sagrado para Dios (Génesis 1:27,28). Pero el matrimonio se pervierte cuando sólo sirve para propósitos indignos e inmorales, y pierde la cualidad de ser “honroso y santo”.

“que cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor; no en pasión de concupiscencia, como los gentiles que no conocen a Dios;” 1 Tesalonicenses 4:4-5

Concupiscencias se podría traducir como lujuria o deseos pervertidos. Dios llama a tratar las relaciones sexuales en santidad y honor. Y añade; no como los gentiles que no conocen a Dios.
La lascivia es otra palabra sinónima para referirse a una persona pervertida en acto sexual, la lascivia es un fruto de la carne, según el apóstol Pablo.

“Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia,” Gálatas 5:19

Desde esta perspectiva podemos afirmar que el sexo oral y anal es pecado. La misma naturaleza nos enseña, el ano fue creado para excretar materia fecal, no para introducir algo dentro, es el mismo principio usado con el homosexual, una desviación sexual. La mujer que permite esto, se ha trasformado en un objeto sexual, más que una esposa. En otras palabras están actuando peor que un animal, porque hasta hoy en día los animales se reproducen de forma normal y natural.

Hablando del acto oral, los análisis clínicos y médicos afirman que una buena parte de enfermedades en la boca es por causa del sexo oral, una buena cantidad de microbios y bacterias se acumulan en los órganos genitales masculinos y femeninos.

Basados en lo citado anteriormente, el sexo es tan santo y puro para Dios, que en el mismo acto está presente Dios, pues Dios está donde existe santidad (Proverbios 5:15), no nos podemos imaginar que Dios estará presente en un sexo anal y oral.

El sexo oral, el sexo anal, se considera entre los aspectos de la sodomía, término que proviene de sodomita, y para referirse a toda clase de depravación sexual. El sexo y el matrimonio son sagrados y benditos, y no debe de pervertirse o degradarse. Muchos usan el matrimonio como matiz para para ocultar todo tipo de depravación.

Los hijos de Dios que se preparan para la patria celestial evitarán esta clase de perversidad, Pablo dice:
“Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría; cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia, en las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas.” Colosenses 3:5-7



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miércoles, 20 de diciembre de 2017

KARL RAHNER EL HEREJE DE LOS "CRISTIANOS ANÓNIMOS"


Mi padre espiritual, el último, el gran Padre Gommar A. DePauw, JCD, el primer  Tradicionalista y además  perito (es decir, “experto teológico”) en el Concilio Vaticano II, combatió a los modernistas junto al Obispo Blaise Kurz y al cardenal Ottaviani. Fundó el “Movimiento Tradicionalista Católico” en 1964. Cuando  le pregunté cómo la inmensa mayoría de los obispos habían apostatado en el Vaticano II, su respuesta fue clara y concisa: “Uno no llega a ser un caradura de la noche a la mañana.” Nunca se han dicho palabras más acertadas. Muchos tradicionalistas piensan que todo era estupendo antes del Concilio (1962) o al menos antes de la muerte del Papa Pío XII en 1958.  El Modernismo,  la “síntesis de todas las herejías”, se había estado gestando desde hacía bastante tiempo. Gracias a los esfuerzos del gigante eclesiástico, el Papa San Pío X, fueron echados  de la vista de todos  pero permanecieron escondidos, sin embargo no habían sido erradicados. Eran maniobreros  y astutos,  como su señor Satanás, y esperaban  el momento oportuno para atacar de nuevo.  Ellos hicieron todo lo posible para pervertir a los miembros de la jerarquía con las falsas enseñanzas y principios del Modernismo. Uno de estos lobos con piel de cordero fue el  archi-hereje P. Karl Rahner. Pocas personas saben que mereció ser llamado la “cabeza pensante del Concilio Vaticano II” y que fue la fuerza impulsora del ecumenismo; especialmente con la idea de la salvación universal. Son relativamente pocos los que han oído hablar de este hombre, y menos aún de darse cuenta del impacto que tuvo tanto en la creación de la secta del Vaticano II, así como en la reacción habida a sus nefastas ideas en el bando opuesto, el  del Fenneyismo. Me he decidido a escribir este post para beneficio de todos aquellos  que deberían recordar el axioma de “Conoce a tu enemigo.”

Comienzos de Rahner

Karl Rahner nació el 5 de marzo de 1904 en Freiberg, Alemania. Fue ordenado sacerdote jesuita el 26 de julio de 1932. En el siglo XX (que comienza a finales de 1930), con  Rahner, junto con los teólogos Henri de Lubac, Pierre Teilhard de Chardin, Hans Urs von Balthasar, Yves Congar, Hans Kung, Edward Schillebeeckx , Marie-Dominique Chenu, Louis Bouyer, Jean Daniélou, Jean Mouroux y Joseph Ratzinger (más tarde “Papa” Benedicto XVI) comenzó el movimiento neo-modernista que despreciaba al neo-escolasticismo que había servido tan bien  a la Iglesia. El movimiento fue llamado “Nouvelle Theologie” (“Nueva Teología”) por el gran teólogo antimodernista Reginald Garrigou-Lagrange,  llamado a menudo despectivamente “monstruo sagrado del tomismo” por sus enemigos, debido a su amor por la filosofía de Santo  Tomás de Aquino y por su odio al modernismo. En 1946, el Padre Garrigou-Lagrange escribió una crítica mordaz contra este movimiento (que le gustaba llamarse a sí mismo  ressourcement  — “vuelta a las fuentes “), al manifestar que estaban “volviendo al pensamiento patrístico.” Garrigou-Lagrange demostró que los teólogos del movimiento no “volvían a las fuentes”, sino que se desviaban de la larga tradición teológica de la Iglesia Católica, creando así la “nueva teología” que les es propia, y un disimulado resurgimiento del Modernismo. En 1950, el Papa Pío XII  les salió al paso con su gran encíclica Humani Generis condenando muchos de sus errores, como el rechazo de las formulaciones dogmáticas tradicionales que surgieron a lo largo de la historia de la Iglesia, resultado de la teología escolástica, así como la re-interpretación del dogma católico de un modo incompatible con la tradición, cayendo  en el error del relativismo dogmático y la crítica de los textos bíblicos de una manera desviada de los principios de la hermenéutica bíblica señalados  por sus predecesores (principalmente  por el Papa León XIII).
De los  “cristianos anónimos” de Rahner y el Vaticano II
Casi todos los teólogos de la “nueva teología” estaban bajo sospecha de Modernismo por la Suprema Sagrada Congregación del Santo Oficio bajo el cardenal Ottavianni. Rahner no fue la excepción. Antes de la muerte del Papa Pío XII, el cardenal Ottaviani intentó sin éxito por tres veces convencer al enfermo Pontífice para que fuera excomulgado. En noviembre de 1962, “el papa” Juan XXIII nombró a  Rahner  perito en el Concilio Vaticano II. Fue así cómo el hereje Rahner tuvo franco acceso al Concilio  teniendo así muchas oportunidades de compartir su herejía con los obispos. La influencia de Rahner en el Concilio Vaticano II fue generalizada, siendo posteriormente elegido como uno de los siete teólogos que desarrollarían  la Lumen Gentium, la Constitución dogmática sobre la Iglesia, la cual creó la secta del Vaticano II con su, merecedora de condena,   nueva eclesiología:  La Iglesia de Cristo no sería idéntica a la Iglesia Católica Romana, sino una entidad separada que “subsiste en” la Iglesia Católica, así como en las falsas sectas.
De esta falsa noción de la Iglesia provino la herejía más infame de Rahner, la de los  “cristianos anónimos”. Según Rahner:
“Cristianismo anónimo significa que una persona puede vivir en la gracia de Dios y alcanzar la salvación fuera del cristianismo explícitamente considerado. Pensemos en un monje budista … que siguiendo su conciencia, alcanza la salvación y vive en gracia de Dios; de él hay que decir que es un cristiano anónimo, si no lo aceptamos habría que suponer que existe un auténtico camino  para alcanzar la salvación que simplemente no tiene nada que ver con Jesucristo… Sin embargo yo no puedo decir eso… Por lo que si se mantiene que todo el mundo depende de Jesucristo para la salvación, y  al mismo tiempo, si se acepta que muchos viven en el mundo sin haber expresamente conocido a Jesucristo, entonces,  en mi opinión, no queda más remedio que aceptar el postulado de un cristianismo anónimo. “(Karl Rahner en Diálogo, p. 135)
Esto fue codificado en el herético Catecismo de la “Iglesia” Católica (sic) cuando citando Lumen Gentium, dice :

“El plan de salvación abarca también a aquellos que reconocen al Creador. En primer lugar están los musulmanes, los cuales profesan tener la fe de Abraham, y junto con nosotros adoran al Dios único y misericordioso que juzgará a la humanidad en el último día. “(Véase el Catecismo de la Iglesia Católica,  Nueva York:. Doubleday, 1995, nn 839-848)
Nosotros no adoramos al falso “dios” de los mahometanos — “Alá”.
En el documento Dominus Iesus (2000) -escrito por Ratzinger y   (falsamente) tenido por documento “conservador” entre los miembro de la secta del Vaticano II – y que es ponderado como una “reafirmación” de la Iglesia Católica como la única y verdadera Iglesia, está, en realidad, penetrado hasta el fondo  por una herejía  inspirada  en Rahner:

Sin embargo, Dios, que quiere llamar a todos los pueblos a sí mismo en Cristo y comunicarles la plenitud de su revelación y amor”, no deja de hacerse presente de muchas maneras, no sólo a los individuos, sino también a pueblos enteros a través de sus riquezas espirituales, entre las que  sus religiones son la expresión principal y esencial, incluso cuando contienen ‘lagunas, insuficiencias y errores’ “. Por lo tanto, los libros sagrados de otras religiones, que de hecho alimentan y guían la existencia de sus seguidores, reciben del misterio de Cristo aquellos elementos de bondad y gracia que contienen “.
En otras palabras, las falsas sectas y sus falsos libros / enseñanzas, simplemente tienen “lagunas, insuficiencias y errores”, y sin embargo contienen “elementos de la bondad y gracia” del “misterio de Cristo”, los cuales “nutren y rigen” la existencia de sus seguidores. De acuerdo con el concepto de “Cristianismo Anónimo”, el “misterio de Cristo” está contenido en diversos grados en las religiones no católicas. Por lo tanto, la salvación también está disponible en las demás (falsas) religiones. En este documento se afirma de manera ostentosa que el catolicismo es el único camino de salvación. Sin embargo, también dice que Jesús está  (aunque de manera imperfecta) en otras sectas, incluidas  las que ni siquiera reconocen a Jesucristo como Dios o niegan a Jesús (Judaísmo), o ven en Él a un simple profeta (el Islam), o a un maestro iluminado (budismo), o incluso no le invocan   o no saben  nada de él (vudú, Wicca, el animismo, etc.). Pero estas concepciones de Jesús no es que sean simplemente revelaciones imperfectas de Jesús, sino que son, en realidad, varias formas de negar a Jesucristo.

Teniendo esto en cuenta, puede explicarse cómo surgieron los Fenneyitas. Fue una reacción a las herejías  de la “Nueva Teología”, que enseñaba que el  “bautismo de deseo” da seguridad a cualquiera. A esta falsa noción del bautismo de deseo , como también al bautismo de deseo entendido correctamente se opuso Leonard Feeney. Fue una reacción extremada y exagerada que negaba el bautismo de deseo incluso cuando se entiende apropiadamente. Lo cual le condujo a la herejía (Feeneyita ).  Fue contra una falsa  (herética) y distorsionada noción del bautismo de deseo contra la que reaccionó Leonard Feeney . Esto lo condujo a la herejía de negar absolutamente el bautismo de deseo para defender la verdad de que  “no hay salvación fuera de la Iglesia.
Rahner en sus propias palabras heréticas
Las siguientes citas están tomadas del libro,  Karl Rahner en Diálogo sus palabras están  en rojo:

¿Cómo caracterizaría la teología neoescolástica antes del Concilio Vaticano II?
Rahner: Fue  “una especie de mentalidad defensiva, una cierta inflexión defensiva de la Iglesia sobre sí misma y contra el mundo … La Iglesia ciertamente tuvo un gran éxito misionero, pero de hecho, sólo fue mediante la exportación de la cristiandad europea occidental a todo el mundo … también creo que se puede decir que la filosofía y la teología neo-escolástica, por todos sus logros, están hoy en día bastante pasadas de moda. 
“¿Cree usted que el Espíritu Santo obra a través de otras religiones ?
Rahner: “Por supuesto.”
¿Qué piensa usted acerca de la cuestión de la ordenación de mujeres?
Rahner: “Cuando salió hace unos años  la declaración del Vaticano contra la ordenación de mujeres (incluso en el futuro), publiqué un artículo diciendo que no me convencía.  (Por supuesto, no era una definición infalible). Roma está enrocándose en su posición,  me parece a mí, posicionándose en contra de lo que uno que uno debería  admitir tranquilamente como algo no tan malo. 
“¿Qué pasa con el celibato clerical?
Rahner: “La obligación de la Iglesia de proporcionar clero en número suficiente es de derecho divino y tiene prioridad sobre la ley del deseable celibato eclesiástico. Si, en la práctica, no se puede obtener un número suficiente de sacerdotes en un entorno cultural determinado sin abandonar el celibato, la Iglesia debe suspender la ley del celibato, al menos allí. 
“Ahí lo tienen amigos. Un hereje rabioso predicando la salvación universal. Murió en 1984, justo cuando acababa de cumplir 80 años. Me estremezco cuando pienso en el probabilísimo destino de su alma, y en los millones de almas que con su ayuda han caído a plomo en el infierno.
En el mundo de hoy no hay ya pecados sino sólo deficiencias de carácter. Hay sólo “adicciones” y “enfermedades” que obligan a un mal comportamiento. Por lo tanto, cuando el ex gobernador de Nueva York Eliot Spitzer fue sorprendido frecuentando una casa de prostitutas, él no era un pecador adúltero que necesitaba arrepentirse,  él era simplemente un “adicto al sexo.” Fue a “Sexo-Adictos Anónimos” y después fue elegido gobernador de NY sólo cinco años más tarde.
La gente parece tener compasión y amor a una pobre “víctima”. Ahora alguien puede ser un delincuente en la Bolsa, y sin embargo, ser querido, a pesar de ello, si usted aduce en su defensa una compulsión.
Tal vez la secta del Vaticano II pueda ir más allá de sus “cristianos anónimos” y se convierta en un grupo  de “Herejes Anónimos” por lo que ya no tendrán que fingir ser católicos. Puedo  imaginar la  primera reunión. Un viejo con una sotana blanca se levanta y dice: “Mi nombre es Jorge, y yo soy hereje.” A lo que la gente mundana respondería : De  todos modos, Jorge, te queremos”
De Introibo ad altare Dei (INGLES)
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viernes, 17 de noviembre de 2017

LA HEREJÍA ANTILITÚRGICA


LA HEREJÍA ANTILITÚRGICA

Para dar una idea de los estragos de la secta antilitúrgica, nos parece necesario examinar lo que los pretendidos reformadores de la Cristiandad han estado haciendo durante tres siglos, presentar un cuadro integral de sus hechos y su doctrina de “purificar” el culto divino.

Nada podría ser más instructivo e indicado para ayudar a comprender las causas de la rápida propagación del protestantismo. Veremos así la sabiduría diabólica en acción, dando golpes certeros, y provocando infaliblemente enormes consecuencias.

La primera característica de la herejía antilitúrgica es el odio a la Tradición tal como se encuentra en las formulas usadas en el culto divino.
…Cualquier sectario que quiere introducir una nueva doctrina se encuentra, infaliblemente, enfrentando con la liturgia, que es tradición en lo más firme y en lo mejor, y no puede descansar hasta haber silenciado esa voz y haber arrancado esas páginas que recuerdan la fe de siglos pasados. En realidad ¿Cómo pudieron el luteranismo, el calvinismo, el anglicanismo, establecerse y mantener su influencia sobre las masas?
Todo lo que debieron hacer fue sustituir nuevos libros y nuevas fórmulas,
( la Novus Ordo Missae de Paulo VI introducido en 1969 ) y su obra estuvo hecha. Ya no habría nada que molestara a los nuevos maestros; podían seguir predicando como quisieran; desde ese momento, la fe de la gente estaba indefensa…

…el segundo principio de la secta antilitúrgica: sustituir las fórmulas de las enseñanzas eclesiásticas con lecturas de las Sagradas Escrituras…Desde hace muchos siglos sabemos que la preferencia dada por todos los herejes a las Sagradas Escrituras, por sobre las definiciones de la Iglesia, no tiene otra razón que facilitar que la palabra de Dios diga todo cuanto ellos quieren que diga y manipularla a voluntad…

El tercer principio de los herejes concerniente a la forma de la Liturgia es, habiendo eliminado las formulas eclesiásticas y proclamando la absoluta necesidad de usar solamente las palabras de la Escritura en el culto divino, y habiendo visto que la Sagrada Escritura no se somete siempre a todos sus propósitos como ellos quisieran, su tercer principio, decimos, es fabricar e introducir varias fórmulas llenas de perfidia, por las cuales la gente es movida a engaño con mayor seguridad y así será consolidada en los siglos próximos toda la estructura de la impía reforma…todos los sectarios  sin excepción empieza con la reivindicación de los derechos de la antigüedad. Quieren extirpar del cristianismo todo cuanto los errores y pasiones de los hombres le han insertado, todo cuanto es “falso” e “indigno de Dios”. Todo lo que quieren es lo primitivo y pretenden volver así a la cuna de las instituciones cristianas. Así ese fin podan, borran, cortan; todo cae bajo sus golpes, y cuando se espera ver reaparecer la pureza original del culto divino, uno mismo se encuentra cargado con fórmulas que datan de la noche anterior y que son incuestionablemente humanas, dado que el que las creo esta aún vivo…Puesto que la reforma litúrgica es llevada a cabo por los sectarios con la misma finalidad que la reforma del dogma, de la cual es su consecuencia…se sienten llevados a quitar de la Liturgia todas las ceremonias, todas las fórmulas que expresen los misterios…No más sacramentos, bendiciones, imágenes, reliquias de santos, procesiones, peregrinaciones, etc. No más altar, solamente una mesa; no más sacrificio, como en toda religión, sino solo una comida…

Dado que la reforma litúrgica tuvo uno de sus principales objetivos la abolición de los actos y fórmulas de significado místico, es una lógica consecuencia de ello que sus autores deban reivindicar el uso del vernáculo en el culto divino. A los ojos de los sectarios este es un punto importantísimo. El culto no es cosa secreta. La gente, dicen, debe comprender lo que canta. El odio al latín es innato en el corazón de todos los enemigos de Roma. Lo reconocen como el vínculo entre todos  los católicos en todo el universo, como el arsenal de la ortodoxia contra todas las sutilezas del espíritu sectario. Lo consideran el alma más eficaz del Papado. El espíritu de rebeldía que los lleva a confiar la oración universal al idioma de cada pueblo, de cada provincia, de cada siglo, ha dado por otra parte sus frutos y los reformados mismos perciben a cada momento que los católicos, a pesar de sus oraciones en latín, saborean mejor y cumplen con mayor celo que los protestantes los deberes del culto. En las iglesias católicas el culto divino se lleva a cabo  toda hora.

El fiel católico que asiste a él dejar su lengua materna en la puerta. Fuera del sermón no oye más palabras que misteriosas que, incluso, no son oídas en el momento más solemne del Canon de la Misa. Sin embargo, este misterio le encanta de tal modo que no siente celos de la suerte de los protestantes, aunque estos no oigan una sola palabra sin percibir su significado…Debemos admitir que el haber declarado la guerra a la lengua sagrada ha sido un golpe maestro del protestantismo. Si alguna vez tuviera éxito en destruirla estaría ciertamente en el camino de la victoria.

Expuesta a miradas profanas, como una virgen que ha sido violada, desde ese momento la Liturgia ha perdido mucho de su carácter sagrado, y muy pronto la gente pensara que ya no vale la pena dejar de lado una tarea o un entrenamiento para ir a oír lo que se dice de la misma manera que el mercado.

Al arrancar de la Liturgia el misterio que humilla a la razón, el protestantismo tuvo cuidado de no olvidar su consecuencia práctica, esto es, la liberación del esfuerzo y agobio del cuerpo impuesto por las reglas de la Liturgia papista. Ante todo, basta de ayuno, basta de abstinencia, basta de genuflexiones en la oración… Estas son las principales máximas de la secta antilitúrgica. Ciertamente, no hemos exagerado en ningún sentido. Todo cuanto hemos hecho ha sido revelar las doctrinas centenares de veces profesadas en los escritos de Lutero, Calvino, los ciento un signatarios de Magdeburgo, de Hospinien, Kemnitz, etc.

Esos libros son de fácil consulta. Es decir, que lo que resulta de ellos es visible a los ojos de todo el mundo. Hemos creído útil arrojar una luz sobre los principales rasgos del sectarismo. Es siempre provechoso conocer el error…Toca ahora al lógico católico sacar las conclusiones.

                                                                           Dom Prosper Guerenger O.S.B.
Instituciones Litúrgicas, 1840.

FUENTE: REVISTA ROMA
                AÑO XVII, N° 79 – BUENOS AIRES – SEPTIEMBRE 1983.

                PAGS. 50-52.

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lunes, 13 de noviembre de 2017

SOCIEDADES SECRETAS , CONCILIO Y NUEVA MISA


El Vaticano II, como suceso, resulta responsable directo del resurgimiento y creciente aumento del modernismo dentro de la Iglesia, porque reunió juntos a los neo-modernistas y les permitió obtener posiciones claves dentro de las comisiones conciliares y minimizar lo más posible el alcance de los documentos oficiales que pudieren impedir sus propósitos.

Al reunirlos juntos, el Concilio proporciono a ese movimiento el empuje y la organización que llevaron a la situación actual en la que el Magisterio, y no los modernistas, es el que está a la defensiva. Como San Pio X nos advirtió en la Pascendi, los modernistas son “los más perniciosos de todos los adversarios de la iglesia” y propagan “las doctrinas más ponzoñosas”, enseñadas por sus enemigos “por medios totalmente nuevos y llenos de engaños”, en una forma “la más temible y deplorable, hasta en su mismo seno…”Su objetivo es sencillo: “destruir la energía vital de la iglesia y, en lo posible, subvertir completamente el mismo Reino de Cristo”.1

Las fuentes de presión ejercidas sobre las Padres, que contribuyeron directa o indirectamente a la preeminencia modernista dentro del Concilio: la prensa, el protestantismo y el comunismo, tuvieron su parte en desatar sobre la Iglesia, con el llamado “espíritu del Vaticano II”, lo que San Pio X designara como la doctrina principal del modernismo: la de la evolución. “A las leyes de la evolución todo está sujeto bajo pena de muerte: el dogma, el culto de la Iglesia, los Libros que reverenciamos como sagrados, hasta la fe misma”.2

Pero, la misma idea de evolución significa que algo está evolucionando y que existe un punto hacia el cual evoluciona. San Pio X revelo esto en una profetice declaración: “El error del protestantismo dio el primer paso en este sendero; el modernismo dio el segundo; el ateísmo es el próximo”.3

“El ateísmo es el próximo”. ¿La Iglesia en camino hacia el ateísmo?
Precisamente esta es la tesis de un libro de monseñor Rudolf Graber, obispo de Ratisbona.4

Su libro constituye uno de los rarísimos ejemplos en los que el gastado adjetivo “sensacional” podría aplicarse con total exactitud. No ha causado sensación, y es improbable que la cause, porque la prensa liberal está utilizando más efectivas para ignorar cualquier obra que puede perjudicar la causa liberal. El “Establishment” católico liberal no se cansa jamás de exigir la libre circulación de ideas dentro de la iglesia, pero entiende, por cierto, solo aquellas ideas que considera aceptable.

Es probable que aún muchos católicos tradicionales se inclinen a desechar lo que monseñor Graver escribió como demasiado increíble para tomarlo seriamente en consideración. Estos católicos deberían primero reflexionar que lo que alega el Obispo Graber ha sido enseñado también por los Papas y que rechazar el caso como inverosímil es precisamente la reacción que esperan los enemigos de la Iglesia, a los cuales el obispo quiere desenmascarar. Los católicos liberales ponen especial celo en ridiculizar la sola idea de que puedan exigir grupos organizados de malvados que trabajan para destruir la Iglesia de Cristo. Es menester aclarar que la tarea de desacreditar la teoría de la conspiración se ve muy facilitada por algunos de sus proponentes que la llevan a extremos ridículos y hacen afirmaciones que no pueden fundamentar de ningún modo, a veces contra determinados individuos.

No obstante, dada la existencia de Satanás, seria inverosímil que tales grupos no existieran, y nadie tiene más celo en ridiculizar la idea de la existencia de Satanás que un católico progresista. La táctica más más coherente de los progresistas, y que usan consecuentemente porque resulta exitosa, consiste en presentar a aquellos que se le oponen como figuras más bien patéticas, hombres de mentalidad cerrada, hombres que temen al cambio, hombres que viven en el pasado y no pueden adaptarse a las ideas y adelantos modernos. Escribía San Pio X en la Pascendi:

“No es de maravillar que los modernistas embistan con extremada malevolencia y rencor a los varones católicos que luchan valerosamente por la Iglesia. No hay ningún género de malevolencia con que no los hieran, pero su modo habitual es acusarlos de ignorancia y de terquedad” 5.

Alec Mellor, un católico francés, apologista de la masonería, escribe que los católicos que se oponen a la reconciliación con la francmasonería están “representados por los que se niegan a cambiar sus hábitos de pensamiento y por la clase de intelectuales conocidos, correcta o erróneamente, como integristas.
Estos últimos resultan a veces, teólogos muy competentes. En lo profundo de su ser experimentan sin duda una angustia que no los deja descansar. Cualquier idea con un mínimo de novedad les sabe a herejía, sincretismo o irenismo. Los de la jerarquía son traidores. El papa mismo no sale de sus críticas”6.

Se ha citado a San Pio X cuando aseveraba que las ponzoñosas doctrinas que intentan destruir la iglesia se propagan en su propio seno de manera solapada, y que todo eso forma parte de un proceso que determinara el ateísmo. La tesis del Obispo Graber es que las sociedades secretas, que desde hace siglos han estado complotando para destruir a la Iglesia (como nos han advertido algunos de los más grandes Papas modernos), hace mucho que han trocado la política del enfrentamiento abierto por la de la infiltración, con la finalidad de destruir a la iglesia desde dentro, como parte de un proceso evolutivo que desembocara en un estado mundial de colectivismo político-religioso, que estará bajo su control. Ese Estado seria en la práctica ateo, la religión que perdure seria poco más que una forma de sincretismo panteísta. En el capítulo sobre el comunismo se demostró que los marxistas no ocultan sus objetivos ni las tácticas que emplean para alcanzarlos. Tampoco lo hacen las sociedades secretas.

Monseñor Graber documenta la forma en que las sociedades secretas, principalmente los masones (aunque se puede argumentar que los propios masones estuvieron y están manejados por fuerzas mucho más siniestras), fueron las responsables de la Revoluciona Francesa, la cual, más que ningún otro factor, lanzo los conceptos y movimientos que, de triunfar, destruirán la base de nuestra civilización occidental. El Obispo Graber no sostiene que la revolución Francesa estuviera planeada y controlada directamente por los masones, muchos de los cuales permanecieron fieles a la Corona. “La francmasonería no dirige revoluciones: les prepara el camino y las continua” 7.

Es importante destacar el hecho de que, particularmente en Gran Bretaña y Norteamérica, la mayoría de los masones son gente común, obediente a la ley, y con frecuencia religiosa, no más preocupados por la subversión de la sociedad que el católico corriente. Esto es especialmente cierto entre los grados más bajos. León XIII se esparzo en acentuar esto en pro de la justicia cuando escribió en Humanum Genus:

Cuando hemos dicho no ha de entenderse de cada uno de sus afiliados. Puede haberlos, en efecto, y no pocos, que si bien no dejan de tener culpa por haberse comprometido con semejantes sociedades, con todo participan por si mismos de sus crímenes e ignoran sus últimos intentos.8

Ninguna revolución es espontanea. “Las precede una etapa subterránea”, en la cual se siembran las semillas de la revuelta, sigue un periodo de “incubación” y luego viene la “erupción”. 9  Monseñor Graber demuestra que desde el Concilio las ideas principales de la revolución se ha propagado abiertamente dentro de la Iglesia:

La libertad para rebelarse contra las estructuras de poder de la Iglesia, la igualdad en la democratización introducida a través del sistema conciliar en las parroquias, y la fraternidad de la sociabilidad horizontal, en la cual el aspecto vertical, Dios y la trascendencia como un todo, quedan fuera de consideración. El grado en que el Vaticano II está asociado con la revolución Francesa es claramente evidente en los comentarios hechos en el 11° Congreso del Partido Comunista italiano en 1964. 10

Las semillas envenenadas plantadas dentro de la Iglesia por las sociedades secretas “vinieron a la luz primero en el modernismo, que apareció al iniciarse el siglo XX pero que fue inmediatamente puesto fuera de circulación por las enérgicas medidas que adopto San Pio X”11.
Monseñor Graber se horroriza cuando al analizar los escritos de las sociedades secretas “se ven aparecer en ellos ya a fin de siglo todas las ideas que están proponiendo a prueba la capacidad de ruptura de la Iglesia en el periodo posconciliar” 12.

El objetivo final de esas sociedades es la integración de todas las fuerzas financieras y sociales bajo un gobierno mundial en el cual “el catolicismo, como todas las religiones, seria consecuentemente absorbido en un sincretismo universal… En sus etapas finales, la sinarquía plenamente llevada a cabo representaría la anti-Iglesia”. Pretender crear “una anti-Iglesia o una “Iglesia Nueva”, mediante el socavamiento y el cambio de la función de la antigua Iglesia, intentándolo no tanto por un ataque desde el exterior como por lo que hoy se denomina en la esfera política la “marcha a través de las instituciones” 13. Sus ideas, sin ser específicamente  nombradas, “se difunden en la circulación espiritual de la Iglesia a través del proceso de evolución…” a fin de “privar a la Iglesia de su carácter sobrenatural, amalgamándola con el mundo, en vez de dejar que circulen una al lado del otro como confesiones separadas, y así preparar el camino a una religión mundial estandardizada en un Estado mundial centralizado”14.

Los masones proclaman bien abiertamente: “El objetivo ya no es destruir a la Iglesia sino más bien utilizarla por medio de la infiltración” 15. Uno de sus voceros, un ex-canónigo y “apostata de la peor especie” 16, profetizo que el “culto sagrado en la forma ordenada por la liturgia, el ceremonial, el ritual y las disposiciones de la Iglesia Romana pronto sufrirán una transformación en un concilio ecuménico que le restaurara la venerable sencillez de la edad de oro de los Apóstoles, acorde con los dictados de la conciencia y de la civilización moderna” 17. (La primera de las normas generales propuestas para la reforma litúrgica del Vaticano II fue que: “los ritos deberán caracterizarse por una noble sencillez”).

La absoluta semejanza de esa predicción con la reforma litúrgica posconciliar hizo que la simple conciencia resultase una explicación demasiada ingenua. Cualesquiera que hayan sido sus intenciones, es evidente que si el Arzobispo Bugnini hubiese tratado de destruir la liturgia romana, y de destruir la Misa, no podría haberlo hecho con más eficacia. Resulta obvio que las pruebas contra Bugnini que se le presentaron al Papa deben de haber revestido una evidencia de gravedad excepcional para que este, para consternación de los liberales, no solo lo, separa del cargo de Secretario de la Congragación para el Culto Divino, sino que disolviera esa misma Congragación y la fusionara con la de los sacramentos. Los liberales no ocultaron que consideraron esto como un paso muy retrogrado que podría hacer peligrar el futuro de la reforma de Bugnini 18. Las sospechas aumentaron cuando se lo envió a Irán como pro-nuncio y no causo gran sorpresa cuando en abril de 1976, un prominente escritor de Italia, Tito Casini, expresara públicamente que: “La reforma fue realizada por ese Bugnini, a quien por fin se ha desenmascarado; es verdaderamente lo que hace tiempo sospechábamos: un francmason” 19.

Ninguna institución es tan hábil para esconder sus secretos como el Vaticano; sin embargo, empezaron a develarse informaciones que relacionaban con la masonería a otros importantes prelados, hasta cardenales. Monseñor Lefebvre comentaba en marzo de 1976: “Ahora, cuando oímos en Roma que el que fue alma y corazón de la reforma litúrgica pertenece a la francmasonería, podemos pensar que no es el único.

El velo que cubrió el mayor engaño que jamás haya mistificado al clero y confundido a los fieles, era sin duda comenzando a rasgarse” 20. Monseñor Lefebvre nos recuerda que Pio IX ordeno que se publicaran los documentos de la Alta Vendita para alertar a la feligresía sobre los planes masónicos de infiltrarse en el Vaticano y destruir la Iglesia desde dentro.

Es bastante interesante que los documentos de la Alta Vendita, la más elevada logia de los Carbonarios, sociedad secreta italiana, fueran más tarde publicados en Dublín en 1885 por Monseñor George F. Dillon, como respuesta a la exhortación de león XIII a “arrancarle la máscara a la francmasonería”. Cuando el Papa recibió un ejemplar del libro de Monseñor Dillon quedo tan impresionado que ordeno que se publicara en traducción italiana, costeándola de su propio peculio. Providencialmente, ese libro se halla aun disponible en ingles 21 y el desenmascaramiento del  arzobispo Bugnini prueba que la advertencia que allí se hace nunca fue más oportuna 22. El capítulo XVI, fue titulado Permanent Instruction of the Alta Vendita, dice lo siguiente: “Nuestro objetivo final es el de Voltaire y el de la Revolución Francesa: la destrucción para siempre del catolicismo e incluso de la idea cristiana, que si se dejara en pie las ruinas de Roma, significaría luego la resurrección del cristianismo”.

Buscan “un papa acorde con nuestros deseos”, no forzosamente uno malo; de hecho, uno bueno les convendría más, sino uno a quien pudiera instrumentar. “El papa, cualquiera que fuese nunca llegara hasta las sociedades secretas. Toca a las sociedades secretas llegar a la iglesia primero, con el propósito de conquistar a ambos.
La tarea que hemos emprendido no es obra de un día, ni de un mes ni de un año. Puede durar muchos años, un siglo tal vez, pero en nuestras filas el soldado muere y la lucha continua”. La hora de la Alta Vendita habrá llegado cuando sus agentes por imperio de la circunstancias, hayan invadido todas las funciones. Gobernaran, administraran y juzgaran. Formaran el consejo del Soberano. Se les convocara para elegir al pontífice que debe reinar; y ese pontífice, como la mayoría de sus contemporáneos, estará necesariamente imbuido de los principios italianos humanitarios que estamos a punto de poner en circulación…Dejad que el clero marche tras vuestra bandera creyendo siempre que marcha tras la bandera de las Llaves Apostólicas. ¿Deseáis provocar la desaparición del último vestigio de tiranía y opresión? Echad vuestras redes como Simon Bariona. Tenedlas en el fondo de las sacristías, de los seminarios y de los conventos, antes que en las profundidades del mar y si no os precipitáis, obtendréis una redada de peces más milagrosa que dé el. El pescador de peces se convertirá en pescador de hombres. Os reuniréis como amigos en torno de la Silla Apostolicae.
Habréis pescado una revolución con tiara y capa pluvial que marchara con la Cruz y la bandera, una revolución que solo necesita un pequeño estímulo para incendiar en mundo por los cuatro costados”.

Los que piensen que es imposible tomar en serio este documento debería reflexionar que se publicó por orden del Sumo Pontifica, con la esperanza de impedir la total concreción de los planes de la Alta Vendita.

Nótese igualmente que no esperen colocar a uno de los suyos en el trono
Papel, sino asegurarse la elección de una papa idealista, inspirado por ideales humanitarios al cual puedan manipular. El clero no resistiría las ordenes que le llegaran desde el Vaticano, por más penosas que parecieron, porque consideraría que obedeciéndolas marchan “tras la bandera de las Llaves Apostólicas”.

El Arzobispo Bugnini podrá haber estado desterrado en Irán y su Congregación disuelta, pero su nueva Misa permanece.

Las sociedades secretas que planeaban destruir a la Iglesia “reformándola” desde adentro no buscaba solo una nueva Misa, como explica Monseñor Graber. Todo debe ser “nuevo”: habrá una “nueva religión”, un “nuevo dogma”, un “nuevo sacerdocio”, en el cual los nuevos sacerdotes serán llamados “progresistas, se abolirá la sotana y se admitirá el matrimonio 23.

Un llamado al sensualismo debe ser el arma clave: “Formad corazones llenos de vicios y no tendréis más católicos. Hemos emprendido la corrupción a gran escala, la corrupción del pueblo por el clero, y la de clero por nosotros, la corrupción que abre el camino para que clavemos la sepultura de la Iglesia” 24.

¿Qué alcance tuvo la influencia de las sociedades secretas en el Vaticano II? El obispo Graber cree que fue apreciable, aunque no pueda, por supuesto, prestar pruebas explicitas. Si bien el Concilio, como se verá enseguida, no consiguió por cierto todo lo que algunos masones esperaban, el Obispo Graber puede demostrar que las orientaciones actuales de la Iglesia concuerdan muy estrechamente con las que pretendía la estrategia de las sociedades secretas. Si esas orientaciones continúan desarrollándose sin freno en su dirección actual el resultado final será con toda certeza el mismo objetivo que buscaban las sociedades secretas. Como lo prueba el caso del Arzobispado Bugnini, seria abusar un poco demasiado de la conciencia, sostener que la similitud de lo que está sucediendo en la actualidad con los fines buscados por las sociedades secretas es mera casualidad. Y a los que no dan crédito a las palabras de Monseñor Graber, de que tales eran sus intenciones, les convendría leer Humanum Genus. De lo que Monseñor Graber proporciona pruebas es de la satisfacción expresada por algunas ramas de la masonería ante el estado de la Iglesia después del Concilio. Un artículo de L’Humanisme, periódico del Gran Oriente francés, lo declaraba bien abiertamente en 1968 25.

Ninguna prueba por si sola puede resultar decisiva en un caso como el que cita Monseñor Graber. La fuerza en este caso proviene del efecto acumulado de sus pruebas, y los pocos ejemplos que citamos aquí solo lo insinúan. En merito a la objetividad tienen importancia aclarar que  algunos prominentes masones consideran que los documentos conciliares están muy lejos de ser totalmente satisfactorios. El beneplácito de la Masonería del Gran Oriente por el estado de la Iglesia después del Concilio ha sido mencionado con anterioridad. No, obstante, Jacques Mitterrand, antiguo Gran Maestre del Gran Oriente de Francia, encuentra mucho que le disgusta en los documentos definitivos. Tiene algunas expresiones favorables hacia las actitudes progresistas de Juan XXIII y Pablo Vi, en confortante contraste con la posición “reaccionaria” de Pio XII 26.

Pero deja bien en claro que consideraba al Cardenal Ottaviani como el supervillano del Vaticano de hoy, de modo que, como lo hemos demostrado, ese magnífico Cardenal ha sido escogido como blanco de censuras especiales y con frecuencia malignas por los católicos progresistas, los protestantes, los comunistas y los francmasones. No podía tributársele mayor honor a su ortodoxia, ya que el odio del mundo es considerado en el Evangelio como la señal del verdadero cristiano.

Se torna necesario una vez más hacer una distinción, y en rigor de verdad debemos subrayar el hecho de que existe un conflicto permanente y a menudo áspero entre las diferentes sociedades masónicas, particularmente entre la variedad del Gran Oriente (virulentamente antirreligiosa, a la que pertenece Miterrand), y la rama de la Gran Logia, de orientación religiosa, que se halla en Inglaterra con ramificaciones en todo el mundo. Existen, sin embargo, ramas “cismáticas” de L Gran Logia que mucho simpatizan con el estilo de Masonería del Gran Oriente. Quizá la forma más clara de ilustrar la naturaleza de la masonería es compararla con la variedad de sectas protestantes que, a pesar de no estar unidas entre sí, son tasas incompatibles con el catolicismo.

Como sería tonto ignorar la posibilidad de que esas sociedades hayan ejercido una influencia durante el Concilio, sería igualmente necio exagerar su alcance. Algunos católicos son demasiado proclives a atribuir todos los males de la iglesia a los conspiradores que se han infiltrado en sus filas, a veces marxistas, a veces judíos, otras veces masones y a veces una combinación de los tres. El gran peligro aquí reside en empezar con una teoría y luego hallar hechos que la prueben, mientras se aprecian las evidencias que señalan en otra dirección. San Pio X nos advirtió que la Iglesia esta atacada por enemigos internos decididos a destruirla desde adentro, pero seriamos necios suponiendo que la mayoría o siquiera muchos de los prominentes progresistas conspiran deliberadamente para destruir. Por cierto si así fuera, difícilmente darían tal espectáculo de si mismos. Atacando públicamente, a cada momento, la enseñanza doctrinal y moral católica. Los conspiradores no operan de ese modo, como el caso del Arzobispo Bugnini lo demuestra. M propia experiencia con los prominentes católicos progresista de Inglaterra me ha convencido de que la mayoría de ellos no son siniestros sino tontos, no son hombres inteligentes y astutos que cumplen un plan preconcebido para destruir a la iglesia, sino individuos verdaderamente patéticos, hombres de inteligencia superficial y de débil personalidad, cuya sola ambición es aparecer a tono con el pensamiento moderno.

Si se admite que existe una conspiración organizada dentro de la Iglesia y contra ella, nada ayudaría más a sus objetivos que la actividad de los que interpretan todo suceso a la luz de una obsesiva teoría conspirativa, creando, por lo tanto, un clima en el que un anuncio importante puede quedar ridiculizado simplemente por afirmar la existencia de una conspiración. El valor del libro de Monseñor Graber reside en que no exagera su caso y merece ser estudiado por todo católico preocupado por la descomposición de la Iglesia, leyéndolo juntamente con Humanum Genus y Pascendi. Pablo VI nos asegura que la presente destrucción de la iglesia es una autodestrucción; San Pio X advirtió que esa era la intensión de los modernistas, cuyos objetivos y creencias se aproximan tanto a lo que Monseñor Graber demostró que era la estrategia de las sociedades secretas. Como San Pio X escribe, esos hombres son:

Enemigos de la iglesia y no se apartara de lo verdadero quien dijera que esta no los ha tenido peores. Porque en efecto, no desde fuera sino desde dentro: en nuestros días el peligro está casi en las entrañas mismas de la Iglesia y en sus venas; y el daño producido por tales enemigos es tanto más inevitable cuanto más a fondo conocen a la iglesia. Añádase que han aplicándola segur, no a las ramas, ni tampoco a los débiles renuevos, sino a la raíz misma; esto es, a la fe y a sus fibras más profundas. Mas una vez herida esa raíz de vida inmortal, pasan a hacer circular el virus por todo el árbol, y en tales proporciones que no hay parte alguna de la fe católica donde no pongan su mano, ninguna que no se esfuercen por corromper 27.

El estado al que han reducido la liturgia romana, la gloria más grande de la Iglesia y de la civilización occidental, brinda un testimonio desgarrador de la eficacia con que estos enemigos perniciosos realizan su tarea. El 8 de octubre de 1976, el periódico Le Figuro publico informe en el que se afirma que el Arzobispo Bugnni niega haber tenido alguna vez contactos con la Masonerías, y por justicia hacia el Arzobispo que tener en cuenta esta desmentida cuando se analiza la afirmación de que fue masón, según lo señalado en este escrito.

En complemento de la publica acusación hecha por Tito Casini en abril de 1976 en un libro vendido en las librerías católicas de toda Italia ( véase nota 26), desmentida solo seis meses después en octubre, he hecho mi propia investigación, y puedo garantizar personalmente la autenticidad de los siguientes hechos. Un sacerdote entrego en las manos del Papa mismo unos documentos que afirmo probaban la evidencia de que Monseñor Bugnini era masón, que si no se tomaba una  drástica medida se vería obligado en conciencia a hacer públicos los hechos. Luego vino la serie de hechos descritos anteriormente en el presente artículo.

Puede establecer contacto directo con el sacerdote en cuestión, a través de un amigo común, otro sacerdote, hombre de suma integridad y sobresaliente erudito. Le pregunte si sería posible publicar detalles de las pruebas. El sacerdote que las había presentado al Papa, respondió:

“Per quello che mi chiede, sono spiacente di non poter farenulla. IIsegreto che debe circondare quella denuncia (per la quale Mons. Bugnini dovette andarsene!) e “top secret” e tale debe restere. Per moite ragioni. Vi basta il “fatto” che il suddetto Monsignore fu súbito mandato via del suo ufficio. Sinifica che gli “argomenti” furono piu che probanti!”.

No veo aun la alternativa de otra explicación coherente, ni siquiera convincente, para la abrupta, inesperada y sin precedente dimisión y eventual destierro de un prelado en una posición de tanto poder e influencia.

 Sin embargo, deseo recalcar que el juicio contra la reforma litúrgica que emitió en Pope John’s Council no está basado en absoluto sobre el hecho de que Monseñor Bugnini sea masón o ni siquiera en que exista una conspiración masónica. Se basa únicamente en la reforma misma y en sus frutos. La naturaleza de esta reforma fue perfectamente resumida por nada menos que el profesor Dietrich von Hildebrand en su libro The Devastated Vineyard (p. 71), donde afirma que si a un diablo del infierno “se le hubiere encomendado la ruina de la liturgia, no hubiera podido hacerlo mejor”.
                                                                      
                                                                                                         Michael Davies.

1.       Pascendi, Burns and Oates, pp. 3-4. Esta encíclica fue publicada integra en ROMA n° 20. Pedidos a Casilla de Correo Central 2193, 1000 Buenos Aires. Precio: $ 60.000.
2.       Ibid; p. 31.
3.       Ibid; p. 51.
4.       Atanasio y la Iglesia de nuestro tiempo (AIT). Publicado en ROMA n° 48, en sus partes esenciales. el autor sigue la edición inglesa.
5.       Op. Cit. En nota 1, pp. 54-55.
6.       Citado en L. de Poncins, Freemansonry and the Vatican p. 17.
7.       AIT; p. 31.
8.       The Knightship of Christ and Organized Naturalism, del Padre o. Fahey, Nota 9, pag. 62.
9.       AIT, p. 32.
10.   AIT, P. 31.
11.   AIT, P. 32.
12.   Ibid.
13.   AIT, p. 33.
14.   AIT, pp.33 y 37.
15.   AIT, p. 39.
16.   AIT, p. 34.
17.   AIT, p. 35.
18.   The Tablet, 30 de agosto de 1975, p. 828.
19.   Nel Fuma de Satana (Florencia, 1976), p. 150. “…a conclusione de una Riforma-condotta da Bugnini che si e infine scoperto per cio che si sospettava: massone”.
20.   Letter to Friends and Benefactors, n° 10.
21.   Existe una edición Argentina: Monseñor George F. Dillon: El Gran Oriente de la Masoneria sin mascara, Edit. Chaco, 1977, 192 pp. (N. del E).
22.   Gran Orient Freemasonry Unmasked (Londres, 1965). (Ver lista de publicaciones.
23.   AIT. P. 36.
24.   AIT, p. 40.
25.   AIT, p. 70.
26.   J.Mitterrand, La Politique des Fracs-Macons (Paris, 1973), p. 167. No es la misma persona que el presidente actual de la República francesa, si bien este último representa la quintaescencia de la masonería.
27.   Pascendi, pp. 4-5.
Condensado del capítulo XII de su libro “EL CONCILIO DEL PAPA JUAN”, que recomendamos vivamente. Pedidos: Librería Cardenal Mindszenty, Venezuela 1318, 1095 Buenos Aires.

NOTA: ROMA
Año XVII, n° 79 – paginas 40-49 - BUENOS AIRES – SEPTIEMBRE 1983.



LOS PRIMEROS VIERNES
Te prometo, en la excesiva misericordia de mi corazón, que su amor omnipotente concederá a todos los que comulgaren en el primer viernes de nueve meses seguidos, la gracia de la penitencia final: no morirán en mi desgracia y sin recibir sus Sacramentos, tornándose mi divino Corazón su asilo seguro en el último momento.

Promesa del Sagrado corazón de Jesus a Santa Margarita Maria Alacoque.


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