lunes, 25 de abril de 2016

EL FUTURO QUE NOS AMENAZA



Hay quienes piensan ingenuamente que teniendo un Congreso con muchos parlamentarios pro vida puede controlarse el avance de la Cultura de la Muerte en el Perú.   Lamentablemente esto no es así, como lo prueba la historia de tantos países donde esta cultura se instaló a través del Poder Ejecutivo y/o del Poder Judicial.
Veamos lo que acaba de suceder en nuestro país: un ejemplo de las leyes que rechazan a Dios y son obra del demonio y que emanan, no del Poder Legislativo a través del Congreso de la República, sino del Poder Ejecutivo a través del Presidente de la República y sus Ministros.
El 17 de agosto del 2012 fue publicado en el diario oficial El Peruano el Decreto Supremo N° 004-2012-MIMP, mismo que también fuera publicado a los días por el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables.
Contenido: el plan de Igualdad de Género 2012-2017, promovido y auspiciado por el UNFPA –Fondo de Población de las Naciones Unidas.
Propósito: teóricamente, buscar la igualdad de oportunidades para hombres y mujeres; su verdadera naturaleza, la promoción del vicio contra natura, uno de los pecados más abominables a los ojos de Dios.
Pues bien:
Bajo la pantalla de este plan, se ha publicado hace dos días en el diario oficial El Peruano la Resolución Ministerial N° 099-2016-MIMP  del  21 de abril, conformando un Grupo de Trabajo denominado  “Mesa de Trabajo para promover los derechos de lesbianas” .
Este Grupo de Trabajo, según lo publicado, estará conformado por el/la Director/a General de la Dirección General de Igualdad de Género y no Discriminación del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables -quien la presidirá- y el/la representante de las siguientes organizaciones:

Lesbianas Independientes Feministas Socialistas – LIFS
Articulación de Lesbianas Feministas de Lima - ALFL
Lesbianas No Agrupadas
Asociación Grupo de Mujeres Diversas – GMD
Colectivo Uniones Perú
Colectiva 13 Brujas
Las Insumisas de Lilith
Red Peruana TLGB

Estos son los avances que se están dando en nuestro país para la promulgación de leyes perversas y gravemente inicuas que pretenderán obligar a los católicos fieles a apostatar de su fe en los diferentes ámbitos de la sociedad –personal, institucional, empresarial, comercial, etc., y aun el religioso.  En otras palabras, se impondrá el sometimiento a leyes humanas que estarán en directa y total contraposición a las leyes de Dios.  Leyes contra la vida, contra la familia tradicional, y, por supuesto, contra la enemiga número uno de este nuevo orden mundial, la Iglesia Católica.
No olvidemos entonces la grave responsabilidad que tenemos ante Dios en la construcción de una sociedad cristiana en el Perú.  Recordemos -de cara a la Nueva Jerusalén y a la Eternidad- la Palabra de Dios en Isaías 66,22-24:

Porque así como los cielos nuevos
y la tierra nueva que yo hago
permanecen en mi presencia –oráculo de Yahvé-
así permanecerá vuestra raza y vuestro nombre.
Así pues, de luna en luna nueva
y de sábado en sábado,
vendrá todo el mundo a prosternarse
ante mí –dice Yahvé-.
Y en saliendo, verán
los cadáveres de aquellos
que se rebelaron contra mí;
su gusano no morirá,
su fuego no se apagará,
y serán el asco de todo el mundo.

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