LA HEREJÍA ANTILITÚRGICA
Para dar una idea de
los estragos de la secta antilitúrgica,
nos parece necesario examinar lo que los pretendidos reformadores de la
Cristiandad han estado haciendo durante tres
siglos, presentar un cuadro integral de sus hechos y su doctrina de “purificar” el culto divino.
Nada podría ser más
instructivo e indicado para ayudar a comprender las causas de la rápida
propagación del protestantismo. Veremos así la
sabiduría diabólica en acción, dando
golpes certeros, y provocando infaliblemente enormes consecuencias.
La primera característica de la herejía
antilitúrgica es el odio a la Tradición
tal como se encuentra en las formulas usadas en el culto divino.
…Cualquier sectario
que quiere introducir una nueva doctrina se encuentra, infaliblemente,
enfrentando con la liturgia, que es tradición en lo más firme y en lo mejor, y
no puede descansar hasta haber silenciado esa voz y haber arrancado esas
páginas que recuerdan la fe de siglos
pasados. En realidad ¿Cómo pudieron el luteranismo, el
calvinismo, el anglicanismo, establecerse y mantener su influencia sobre las
masas?
Todo lo que debieron
hacer fue sustituir nuevos libros y
nuevas fórmulas,
( la Novus Ordo Missae de Paulo VI
introducido en 1969 ) y
su obra estuvo hecha. Ya no habría nada que molestara a los nuevos maestros;
podían seguir predicando como quisieran; desde ese momento, la fe de la gente
estaba indefensa…
…el segundo principio de la secta antilitúrgica: sustituir las fórmulas de las
enseñanzas eclesiásticas con lecturas de las Sagradas Escrituras…Desde hace
muchos siglos sabemos que la preferencia dada por todos los herejes a las
Sagradas Escrituras, por sobre las definiciones de la Iglesia, no tiene otra
razón que facilitar que la palabra de Dios
diga todo cuanto ellos quieren que diga y manipularla a voluntad…
El tercer principio de los herejes
concerniente a la forma de la Liturgia
es, habiendo eliminado
las formulas eclesiásticas y proclamando la absoluta necesidad de usar
solamente las palabras de la Escritura en el culto divino, y
habiendo visto que la Sagrada Escritura no se somete siempre a todos sus
propósitos como ellos quisieran, su tercer principio, decimos, es fabricar e
introducir varias fórmulas llenas de
perfidia, por las cuales la gente es movida a engaño con mayor seguridad y así será consolidada
en los siglos próximos toda la estructura de la impía reforma…todos los
sectarios sin excepción empieza con la
reivindicación de los derechos de la antigüedad. Quieren
extirpar del cristianismo todo cuanto los errores y pasiones de los hombres le
han insertado, todo cuanto es “falso” e “indigno de Dios”. Todo lo que quieren es lo
primitivo y pretenden volver así a la cuna de las instituciones cristianas.
Así ese fin podan,
borran, cortan; todo cae bajo sus golpes, y cuando se espera ver
reaparecer la pureza original del culto divino, uno mismo se encuentra cargado
con fórmulas que datan de la noche anterior y que son incuestionablemente
humanas, dado que el que las creo esta aún vivo…Puesto que la reforma litúrgica es llevada a cabo por los
sectarios con la misma finalidad que la reforma del dogma, de la cual es su
consecuencia…se sienten llevados a quitar de la Liturgia todas las ceremonias,
todas las fórmulas que expresen los misterios…No más sacramentos, bendiciones,
imágenes, reliquias de santos, procesiones, peregrinaciones, etc. No más altar,
solamente una mesa; no más sacrificio, como en toda religión, sino solo una
comida…
Dado que la reforma litúrgica tuvo uno de sus
principales objetivos la abolición de los
actos y fórmulas de significado místico, es una lógica consecuencia
de ello que sus autores deban reivindicar el uso del vernáculo en el culto
divino. A los ojos de los sectarios este es un punto
importantísimo. El culto no es cosa secreta. La gente, dicen, debe
comprender lo que canta. El odio al latín es innato en el
corazón de todos los enemigos de Roma. Lo reconocen como el vínculo
entre todos los católicos en todo el
universo, como el arsenal de la ortodoxia contra todas las sutilezas del espíritu sectario. Lo consideran el
alma más eficaz del Papado. El espíritu
de rebeldía que los lleva a
confiar la oración universal al idioma de cada pueblo, de cada provincia, de
cada siglo, ha dado por otra parte sus frutos y los reformados mismos perciben
a cada momento que los católicos, a pesar de sus oraciones en latín, saborean
mejor y cumplen con mayor celo que los protestantes los deberes del culto. En
las iglesias católicas el culto divino se lleva a cabo toda hora.
El fiel católico que asiste a él dejar su lengua materna en la puerta.
Fuera del sermón no oye más palabras que misteriosas que, incluso, no son oídas
en el momento más solemne del Canon de la Misa. Sin embargo, este misterio le
encanta de tal modo que no siente celos de la suerte de los protestantes,
aunque estos no oigan una sola palabra sin percibir su significado…Debemos
admitir que el haber declarado la guerra a la lengua sagrada ha sido un golpe
maestro del protestantismo. Si alguna vez tuviera éxito en destruirla estaría
ciertamente en el camino de la victoria.
Expuesta a miradas
profanas, como una virgen que ha sido
violada, desde ese momento la Liturgia ha perdido mucho de
su carácter sagrado, y muy pronto la gente pensara que ya no
vale la pena dejar de lado una tarea o un entrenamiento para ir a oír lo que se
dice de la misma manera que el mercado.
Al arrancar de la
Liturgia el misterio que humilla a
la razón, el protestantismo tuvo cuidado de no
olvidar su consecuencia práctica, esto es, la liberación
del esfuerzo y agobio del cuerpo impuesto por las reglas de la Liturgia
papista. Ante todo, basta
de ayuno, basta de abstinencia, basta de genuflexiones en la oración…
Estas son las principales máximas de la secta antilitúrgica. Ciertamente, no hemos
exagerado en ningún sentido. Todo cuanto hemos hecho ha sido revelar las doctrinas centenares de veces
profesadas en los escritos de Lutero, Calvino, los ciento un signatarios de
Magdeburgo, de Hospinien, Kemnitz, etc.
Esos libros son de
fácil consulta. Es decir, que lo que resulta de ellos es visible a los ojos de
todo el mundo. Hemos creído útil arrojar
una luz sobre los principales rasgos del sectarismo. Es siempre provechoso
conocer el error…Toca ahora al lógico católico sacar las
conclusiones.
Dom Prosper Guerenger O.S.B.
Instituciones Litúrgicas, 1840.
FUENTE: REVISTA ROMA
AÑO XVII, N° 79 – BUENOS AIRES – SEPTIEMBRE 1983.
PAGS. 50-52.
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