martes, 2 de septiembre de 2014

EL ISLAM : VIEJO E IMPLACABLE ENEMIGO DEL CATOLICISMO


"No basta saber quienes son nuestros enemigos , hay que saber combatirlos con el poder de la Santísima Verdad , verdad por el cual es el Camino que llegamos a la Luz Eterna donde hay Vida abundante y esta es la Sagrada Religión Cristiana.  El islam no es más que un espejismo de Mahoma en el desierto del desolado demonio que quiere asolar al mundo con su violencia engañosa."
                                                                                                                                  Por Marco Antonio Guzmán Neyra | Facebook


MIEDO Y SILENCIO EN EUROPA (N. de LBM: Y EN EEUU) 


El escalofriante día a día de los cristianos en países islámicos 

Mientras en países islámicos se acrecienta la masacre de cristianos con decapitaciones de obispos incluidas, Europa calla y cede ante sus exigencias. Dura carta a un líder musulmán. Un gobernador de Pakistán paga con la vida su defensa de la cristiana Asia Bibi. 

* * * 

Durante los últimos meses se está haciendo común asistir en los medios de comunicación a la matanza, defenestración y aislamiento de las minorías religiosas, especialmente la cristiana, en países de mayoría musulmana. Mientras, éstos exigen respeto a Occidente cuando se les pide respeto a la libertad religiosa y exigen más derechos ante el silencio de los estados europeos. 

El balance de la situación de los cristianos en países islámicos es escalofriante. Sólo hace falta hacerse eco de algunos ejemplos ocurridos en los últimos tiempos. Egipto muestra claramente esto. En Noche vieja se produjo una matanza de cristianos en una iglesia copta. Las autoridades civiles religiosas y civiles emitieron una tímida condena en un país en los que los cristianos son ciudadanos de segunda. 

Este silencio fue denunciado y evidenciado por un sacerdote copto en una contundente carta a la máxima autoridad religiosa. Pero en vez de luchar contra el integrismo, Egipto ha llamado a consultas a su embajador en el Vaticano por lo que considera injerencias del Papa al pedir respeto a la libertad religiosa. 

Sin embargo, la transigencia con los fundamentalistas islámicos es bastante común. Otro ejemplo muy claro es Pakistán. La condena a la horca de la cristiana Asia Bibi, acusada de blasfemia, ha puesto de manifiesto esta intolerancia. Aún está encarcelada y además ha sido asesinado el gobernador que se atrevió a defenderla y a criticar la Ley Antiblasfemia. 

Pero detrás de este acontecimiento se esconde la cruda realidad de los cristianos. Durante las inundaciones que asolaron Pakistán el pasado mes de agosto, a muchos cristianos se les negó ayuda humanitaria, pese a ser enviada por países y organizaciones de inspiración cristiana, y se les instaba a convertirse al islam o a morir de hambre. En otros casos se inundaron aldeas cristiana para salvar los campos de autoridades civiles. 

Ni siquiera los obispos y cardenales se libran de los ataques de los radicales musulmanes. Gravísimo fue lo que ocurrió con el asesinato del presidente de la Conferencia Episcopal de Turquía el pasado mes de junio. Monseñor Luigi Padovese fue decapitado por su chófer al grito de ‘Alá es grande’ para más tarde subir al tejado con su cabeza. En un principio se tildó de loco al asesino hasta que las autoridades turcas tuvieron que reconocer el radicalismo religioso del autor y que este conductor había sido nombrado por el propio Ejecutivo turco. 

Más suerte tuvo el cardenal Gabriel Zubeir Wako, arzobispo de Jartum. Durante una misa ante más de 10.000 personas en la que se conmemoraba al patrón de Sudán, un terrorista islámico intentó matar con una daga al prelado. Tuvo que ser el ayudante del cardenal el que redujese a este radical. Al odio religioso se unía el hecho de intentar intimidar a los cristianos de cara al referéndum que se celebró el pasado fin de semana por el que el sur del país, de mayoría cristiana y animista, votaba separarse del norte donde está instaurada la sharia. 

Irak es igualmente objetivo prioritario para los extremistas musulmanes. Muchos cristianos se han visto obligados a abandonar el país y los que quedan están sufriendo atentados constantes. La catedral siria de Bagdad y los ataques a distintas iglesias han dejado un triste balance de muertos. Del mismo modo, en Nigeria en las últimas horas decenas de cristianos han muerto a manos de radicales islámicos en un intento de estos de instaurar la sharia. Estos son algunos ejemplos de lo ocurrido en países de mayoría musulmana. En este sentido, el Vaticano ha recordado, pese a las consecuencias de sus palabras, que el 80 por ciento de los creyentes perseguidos en el mundo son cristianos. 


Miedo y silencio en Europa 
Por otro lado se encuentra la situación que viven los musulmanes en Occidente, cada vez más silencioso ante la masacre de las minorías. Sólo Italia, Francia, Hungría y Polonia han denunciado estos días los ataques sufridos por los cristianos. 

De hecho, la respuesta de los países islámicos al drama de la campesina cristiana Asia Bibi fue el intento de un total de 57 estados de conseguir validar ante Naciones Unidas las penas por blasfemia. Los países occidentales lo rechazaron pero no profirieron duras críticas a esta iniciativa. 

El silencio -y también el miedo- se instaló en Europa tras la publicación de las viñetas de Mahoma en varios diarios. Su autor está amenazado de muerte y ha sido víctima de atentados. Sin embargo, en vez de una férrea defensa de la libertad se criticó al viñetista por ofender los sentimientos religiosos de los musulmanes. Defensa que por ejemplo en España no se hace cuando se vulnera este mismo derecho para los católicos. 

Incluso en la misma ciudad de Roma, el dictador libio Muamar al Gadafi se congratuló de la rápida expansión del islam por toda Europa y dijo que esta religión “debe ser” la de todo el continente. El primer paso, dijo, sería la entrada de Turquía en la Unión Europea. 

Por criticar al islam fue juzgado en Holanda el diputado Geert Wilders, que llegó a decir que el islam es un “régimen totalitario” comparándolo con el libro de Hitler, el Mein Kampf”. Mientras tanto, y por poner otro ejemplo, en España una discoteca murciana tuvo que cambiar su nombre “La Meca” ante las amenazas que había recibido pese a que llevaba años llamándose así. 

Javier Lozano 
"El Informador Público", 13.1.2011 

COMENTARIO: 

Hay muchos más atropellos de los islamitas contra los católicos que los que cuenta el autor de este artículo.  Y el peligro no está sólo en que dominen Europa sino también los EEUU. ¿No es Obama mahometano, por más que lo niegue de la boca para afuera? 

Poco después de la gran victoria del "Tea Party" de derecha, que domina ahora el Congreso, se produce el atentado de un loco, en Tucson, contra un grupo en el cual estaba una congresista demócrata. Inmediatamente toda la prensa acusó a Sarah Palin y al "Tea Party" en general de haber provocado ese crimen con su prédica enérgica contra Obama. 

Éste mostró su interés en atizar esta campaña sucia contra la Sra. Palin y el "Tea Party" al hablar en el funeral de las seis víctimas mortales de Tucson (que nadie nombra) insinuando que son las palabras que atacan su gobierno las que "lastiman" y no curan. O sea, ratifica la tesis de la responsabilidad de la debida y patriótica campaña contra su pésimo gobierno en el crimen de Tucson. 

Como si esto fuera poco, acusan ahora a la Sra. Palin de antisemita porque ocurre que la legisladora herida es judía y por haberse defendido de las calumnias calificándolas como "libelos de sangre".  Según "La Nación" esas palabras ofenden a los judíos porque eran usadas -dice el diario- en la Edad Media para referirse a la acusación que se hacía contra los judíos de matar niños cirstianos para usar su sangre en rituales religiosos" (edición del 13/1/2011, pag. 2) 

¿Qué tiene que ver una cosa con la otra? Las palabras "libelos de sangre" pueden usarse sin que necesariamente quiera aludirse a los judíos. Tienen un significado propio. Estoy asolutamente seguro que la Sra. Palin no tuvo ni la menor idea de que podía ser asociada por la prensa con el antisemitismo. Pero es obvio que la prensa tiene orden de destruirla. 

Por otra parte es el colmo del cinismo traer a colación esos crímenes de ciertos judíos medievales. Ellos no se limitaban a matar a algunos niños cristianos sino que los crucificaban como irrisión del Divino Salvador y en medio de ceremonias de maldición. 

También hubo niños mártires del odio musulmán, como San Pelayo (o Pelagio), que en Córdoba, en la región hispánica de Andalucía, a los trece años, por querer conservar su fe en Cristo y su castidad ante las costumbres deshonestas de Abd al-Rahmán III, califa de los musulmanes, consumó su glorioso martirio al ser despedazado con tenazas (año 925). 

El cinismo de los enemigos de lo que resta de la civilización cristiana es total. No se detienen ante nada ni hay forma de desmentirlos. ¿Qué puede hacer este pequeño periódico en Internet contra la prensa mundial? Poco y nada... 

Cosme Beccar Varela 



Fuente : La botella al mar 

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