LA UNIÓN CIVIL COMO FICCIÓN JURÍDICA
fuente : Diario Alta Voz /sindéresis /Francisco Tudela
El debate sobre la unión civil homosexual ha desatado una polémica emotiva y pasional que ha pasado por alto tres aspectos jurídicos importantes, como son el límite de las ficciones jurídicas, el sentido del derecho de las minorías y la razón de ser de la generalidad de la ley en un Estado constitucional democrático.
En primer lugar, ¿la ley debe legislarse a partir de la realidad sensible externa y desde las instituciones sociales consagradas por el uso durante centenares de generaciones, que constituyen el fundamento de una civilización, o sólo a partir de las percepciones subjetivas e ideológicas propuestas por grupos particulares?
La unión civil se promociona como una ficción jurídica análoga al matrimonio civil, pasando por alto que desde la época de los romanos, nunca se legisló sobre el matrimonio homosexual o sobre las percepciones subjetivas y psíquicas de la sexualidad, porque no estaban ancladas en la reproducción sexual y sus consecuencias morales y materiales, esto es, los hijos, la familia, la comunidad y los derechos y deberes que de estas se derivan.
Esta visión filosóficamente realista, recogida por la legislación de Occidente durante dos milenios, se funda en la convicción de la existencia de una realidad externa sensible, de un orden natural y moral permanente, más allá de la ley positiva.
Ya en el siglo XVIII, el liberalismo redujo el sentido moral de la libertad a lo puramente individual y empírico. En el siglo XIX, el marxismo desencadenó el ataque contra lo que Marx y Engels denominaron “la moral burguesa”, que no era otra que la familia misma, culpada de originar el capitalismo. En el siglo XX, el comunismo, el nazismo y dos guerras mundiales de una crueldad y mortandad sin precedentes, así como la guerra fría, terminaron de hundir a Occidente en el nihilismo y el relativismo, abriendo las puertas a una indiferencia o a un odio irracional contra toda la civilización preexistente.
El positivismo jurídico fue el aliado amoral de todas estas fuerzas al afirmar que bastaba que una ley sea conforme al derecho positivo existente (de positum, puesta por el poder político) para que sea legítima. No es extraño, entonces, que los partidarios de la acción afirmativa legislativa sean fervientes defensores del positivismo. Según ellos, la ley fabrica la realidad y todo es cuestión de obligar a la gente a obedecer la ley. Se trata de idéntico razonamiento al de los totalitarismos del siglo XX, que fracasaron por violentar la naturaleza humana.
En segundo lugar, se presenta la unión civil homosexual como un derecho de las minorías. El derecho de la minoría nació del derecho constitucional que permite a los parlamentarios de la oposición minoritaria expresarse y actuar sin ser reprimidos por la mayoría. Es un derecho protector, no afirmativo ni constructivista. No significa de ninguna manera que las mayorías tengan que legislar como las minorías quieren, simplemente porque éstas tendrían derechos derivados de algún poder de excepción mágico, que les conferiría el sólo hecho de ser minorías.
Las minorías no tienen tal derecho de excepción. El respeto a las minorías significa únicamente que ellas deben gozar de las garantías de la ley general como todo el mundo y que el poder político no puede hacer valer excepciones contra ellas, ni privilegiarlas con regímenes discriminatorios contra la mayoría ciudadana.
Esta cuestión de la verdadera naturaleza del derecho de las minorías nos lleva a la tercera cuestión jurídica: aquella de la generalidad de la ley en un Estado constitucional democrático. Establecido el derecho de la igualdad ante la ley en el mundo moderno, sería absurdo que existan regímenes especiales para minorías que no están desprotegidas o no tengan derechos históricos consuetudinarios. En el caso de la unión civil homosexual, la acción afirmativa de una minoría busca crear un régimen patrimonial, tributario y sucesorio, nuevo y diferente al de los demás ciudadanos; un régimen de excepción para esa orientación sexual.
No es difícil imaginar la unión civil entre amigos o parientes heterosexuales, acogiéndose a los mismos y estupendos privilegios prometidos por el proyecto de ley, sin la necesidad de ser homosexuales. ¿Cuál sería entonces la ratio legis, la razón fundamental que debería permitir exclusivamente la unión civil homosexual? Sus proponentes nos dicen que es el amor.
El amor no puede ser objeto de la ley. Tampoco la amistad puede ser legislada. Dados los grados y tipos infinitos de amor y amistad, los sentimientos particulares de una minoría o de un individuo no son un fundamento suficiente de carácter externo, general y real, que la razón legal demanda. El sólo querer no es una razón legal suficiente. La unión civil homosexual, fruto de una percepción psíquica de la sexualidad, aparece como una ficción jurídica desprovista de ratio legis fundada en la realidad sensible externa.
EL MUNDO CON TUDELA / E.E.U.U Y FRANCIA MATRIMONIO GAY EN DEBATE
LA CONFERENCIA EPISCOPAL PERÚ SE PRONUNCIA
La Conferencia Episcopal Peruana expresó su posición sobre el proyecto de ley denominado “Unión Civil entre personas del mismo sexo” en un comunicado dirigido a los fieles católicos y a la opinión pública en general.
El comunicado dice lo siguiente:
"1. La familia es la célula natural, primera y fundamental de la sociedad. Así lo han consagrado las más importantes declaraciones internacionales sobre la materia.
2. La familia es anterior a la ley y al Estado. No es una creación humana sino una institución de Derecho Natural que está inscrita en la misma naturaleza humana.
3. Dios los creó “varón y mujer”(Gn1,27). Esta diversidad y complementariedad sexual tampoco es un mandato de la persona humana, ni del Estado, ni de la ley, sino que es creación de Dios para el bien del género humano.
4. Como enseñan las Sagradas Escrituras: “Por esta razón deja el hombre a su padre y a su madre y se une a su mujer, y los dos se hacen uno solo” (Gn2,24). Dios dijo al hombre y a la mujer: “Crezcan y multiplíquense” (Gn1,28).“Lo que Dios unió que no lo separe el hombre” (Mt19,6). El matrimonio es la unión natural y perpetua del hombre y la mujer que, en una comunidad de vida, de manera digna, procura el propio bien de los cónyuges, la generación responsable de los hijos y la mejor educación de éstos.
5. La propuesta de unión civil entre personas del mismo sexo contraría el orden natural, distorsiona la verdadera identidad de la familia, contradice la finalidad del matrimonio, atenta contra la dignidad humana de los peruanos, amenaza la sana orientación de los niños y menoscaba el más sólido fundamento de nuestra sociedad, que aspira a un desarrollo humano integral. Sus defensores invocan el derecho a la igualdad, pero olvidan la realidad de las innegables y naturales diferencias preciosas y complementarias del ser humano.
6. El proyecto de ley de unión civil entre personas del mismo sexo que se viene promoviendo ante el Congreso de la República contiene elementos jurídicos típicos del matrimonio, lo que pone de manifiesto que, más allá de la denominación de la norma, se pretende equiparar el matrimonio y la unión civil, preparando el camino para introducir en el Perú el matrimonio homosexual con la posibilidad de adoptar niños,que estarían privados de su derecho natural a tener un padre y una madre.
7. Los católicos somos conscientes de que todas las personas tenemos iguales derechos, por lo cual rechazamos cualquier forma de discriminación. Sin embargo, también sabemos que en la búsqueda de la verdadera justicia es indispensable respetar las innegables diferencias naturales y complementarias entre el hombre y la mujer.
8. Como pastores de la Iglesia en el Perú, reafirmamos nuestro amor y solicitud por todos los peruanos, independientemente de su identidad u orientación sexual, y al mismo tiempo les recordamos que las puertas de la Iglesia están abiertas para todos y los invitamos a comprometer sus mejores esfuerzos en la construcción de una sociedad justa y pacífica, en la que se respete la dignidad de cada persona y los elementos propios de la naturaleza humana.
9. Finalmente, invitamos a los miembros del Congreso de la República a defender los inalienables valores de la familia, como lo pide la Constitución Política del Perú y el sentir de la mayoría de los peruanos a quienes ustedes representan."
(Fuente: RPP)
y sepamos de una vez por todas que la ONU promueve todas estas impías perversiones.
ONU: Unión civil no matrimonial en el Perú
La representación de las Naciones Unidas en Perú saludó hoy la propuesta legislativa que plantea establecer la unión civil entre homosexuales en el país y remarcó que estas parejas "deben ser tratadas de la misma manera que las parejas heterosexuales y tienen derecho a gozar de las mismas prestaciones."
Un comunicado emitido por el Sistema de las Naciones Unidas en Perú reconoció "los especiales esfuerzos realizados por el Estado peruano en materia de derechos humanos" y saludó "el debate en torno a las iniciativas orientadas a legislar las uniones civiles no matrimoniales de personas del mismo sexo que tienen como propósito respetar, proteger y realizar sus derechos humanos."
La ONU recordó que la Declaración Universal de Derechos Humanos "establece que todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos" y también destacó las opiniones a favor del proyecto que han emitido el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos y la Defensoría del Pueblo.
El pronunciamiento recordó la obligación "de proteger a las personas de la discriminación por razón de orientación sexual" y enfatizó en la "necesidad de garantizar el reconocimiento de la diversidad sexual y el respeto de los derechos de las personas gays, lesbianas, bisexuales y transgénero en la normativa y en las políticas públicas nacionales."
El proyecto de ley fue presentado el año pasado por el legislador Carlos Bruce y busca reconocer que las parejas del mismo sexo puedan formar vínculos familiares, que tengan derecho a recibir una pensión, alimentos y cuidados.
Asimismo, garantiza la protección contra la violencia familiar, pero no reconoce la adopción.
Un comunicado emitido por el Sistema de las Naciones Unidas en Perú reconoció "los especiales esfuerzos realizados por el Estado peruano en materia de derechos humanos" y saludó "el debate en torno a las iniciativas orientadas a legislar las uniones civiles no matrimoniales de personas del mismo sexo que tienen como propósito respetar, proteger y realizar sus derechos humanos."
La ONU recordó que la Declaración Universal de Derechos Humanos "establece que todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos" y también destacó las opiniones a favor del proyecto que han emitido el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos y la Defensoría del Pueblo.
El pronunciamiento recordó la obligación "de proteger a las personas de la discriminación por razón de orientación sexual" y enfatizó en la "necesidad de garantizar el reconocimiento de la diversidad sexual y el respeto de los derechos de las personas gays, lesbianas, bisexuales y transgénero en la normativa y en las políticas públicas nacionales."
El proyecto de ley fue presentado el año pasado por el legislador Carlos Bruce y busca reconocer que las parejas del mismo sexo puedan formar vínculos familiares, que tengan derecho a recibir una pensión, alimentos y cuidados.
Asimismo, garantiza la protección contra la violencia familiar, pero no reconoce la adopción.
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