jueves, 21 de julio de 2016

KIKO Y SUS HEREJÍAS : MOVIMIENTO NEOCATECUMENAL


¿Los Neocatecumenales están siendo abucheados en Guam? Dios bendiga entonces a nuestros hermanos en Guam.
En junio de 2008 nos encontramos con esa información sobre el insufrible Camino Neocatecumenal. Obviamente la cosa no ha cambiado mucho, excepto que los Neocatecumenales son más fuertes que nunca bajo la Iglesia de la diversión que Francisco está construyendo. Por favor Señor, envía un santo entre nosotros a echar fuera a los herejes, paganos e infieles que han tomado el control de tu Iglesia.
The Remnant, 15 de junio de 2008: “El laico Católico Camino Neocatecumenal ha recibido la aprobación final de sus estatutos por parte de la Iglesia; el grado de reconocimiento será presentado a los fundadores del grupo Friday”, informa Zenit (12 de junio de 2008)“. El Cardenal Stanislaw Rylko, presidente del Consejo Pontificio para los Laicos, dará a Kiko Argüello y Carmen Hernández, el decreto expresando la aprobación de la Iglesia, de la organización de los grupos y el carisma”.
Según los fundadores, el Camino es una respuesta concreta a numerosas intuiciones pastorales del Vaticano II, como por ejemplo, el redescubrimiento de la Vigilia Pascual o la participación de los laicos en la evangelización. Un ejemplo de este último principio es la novedad del envío de “familias en misión”, en respuesta a las peticiones de los obispos locales para proporcionar, junto con un cura, una evangelización inicial para aquellas zonas en las que no se ha establecido la Iglesia.
En 1990, el Papa Juan Pablo II escribió una carta reconociendo el Camino Neocatecumenal (NCW) al obispo Paul Josef Cordes, Vice-Presidente del Consejo Pontificio para los Laicos, en la que Juan Pablo II escribió:
Yo también, como Obispo de Roma, he podido comprobar los frutos abundantes de conversión personal y el impulso misionero fructífero en los numerosos encuentros que he tenido en las parroquias romanas con las comunidades neocatecumenales y sus pastores, así como en mis viajes apostólicos en muchas naciones ….. me reconocen el Camino Neocatecumenal como un itinerario de formación católica, válida para la sociedad y para nuestro tiempo.
En 2002, a los Estatutos del Camino Neocatecumenal (NCW en adelante), se les dio una aprobación provisional ( “ad experimentum”) de cinco años, en espera de cambios en la forma en que las comunidades NCW celebraban sus eucaristías. Estos Estatutos se componen de 35 artículos que expresan la naturaleza de “El Camino” (como se le llama por sus miembros), los “Bienes Espirituales” resultantes de él, y la manera en que “El Camino” funciona.
Una idea básica se expresa en el Esquema para Catequistas del NCW (un manual de formación para catequistas NCW). Señala que desde el tiempo de Constantino el Grande hasta el Concilio Vaticano II (un intervalo de unos 1600 años), la Iglesia Católica se desprendió de sus raíces espirituales, asumió un carácter superficial, supersticioso y llegó a confiar en el ritualismo y el dogmatismo en su propio beneficio. Kiko y Carmen enseñan a sus catequistas que en lugar de catequizar a los paganos, la Iglesia post-Constantino fue ella misma catequizada por los paganos supersticiosos que se le unieron. Este primitivismo de Kiko y Carmen ve cosas tales como la Misa Tradicional en Latín, el Sacramento de la Penitencia, doctrinas de la salvación, etc., como entes comprometedores, inflados innecesariamente de rituales, solemnidad y dogmatismo.
Ahora, ni el Vaticano ni el Santo Padre pueden alegar ignorancia sobre la verdadera naturaleza del Camino Neocatecumenal, porque sus enseñanzas no son tan secretas como lo eran antes. La visión retorcida de la historia de la Iglesia, la doctrina y los Sacramentos presentados por Kiko y Carmen de ninguna manera puede conciliarse con el espíritu de la teología o la enseñanza católica. No es de extrañar que Kiko y Carmen sientan admiración por Martín Lutero.
El anuncio de la aprobación de los Estatutos del NCW por la Santa Sede, viene acordado después de un informe que cuatro obispos de Japón enviaron a Roma para resolver un “grave problema” con los métodos del Camino Neocatecumenal y su seminario en una diócesis japonesa. El 30 de abril de 2008, CathNews  en una noticia incluye la siguiente cita de uno de estos obispos, el arzobispo Peter Takeo Okada de Tokio, Presidente de la Conferencia Episcopal:
En la pequeña Iglesia Católica de Japón, la poderosa y activa secta de miembros del Camino [Neocatecumenal] está dividiendo y confrontando. Ha causado una división dolorosa aguda y conflicto dentro de la Iglesia. Estamos peleando con todas nuestras fuerzas para resolver el problema pero creemos que aunque se encuentre una solución, la atención de Su Santidad para la Iglesia en Japón sería de suma importancia y la necesitamos.
Esto no es nada nuevo. En 1996, el Reverendísimo Mervyn Alexander, Obispo de Clifton (Reino Unido), formó un grupo especial de investigación para analizar las afirmaciones hechas por los feligreses en al menos tres parroquias, respecto a que sus parroquias habían sido perjudicados por las actividades del Camino Neocatecumenal. No sólo concluyó que el NCW no pudo traer “nueva vitalidad a estas parroquias”, sino que también señaló que la presencia de las comunidades NCW “transmite una señal de fuerte desunión.”
Por desgracia, el foco principal de preocupación con respecto al NCW y su estatus oficial dentro de la Iglesia ha sido puramente litúrgico. El 1 de diciembre del 2005, la Carta del cardenal Francis Arinze, prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, a Kiko, Carmen y el P. Mario Pezzi, cita prácticas del NCW como la entrega de “advertencias” antes de las Lecturas de la Escritura, el beso de la paz, la manera de recibir la comunión, etc, pero ¿Qué hay respecto a la doctrina, al error o a las enseñanzas heréticas?.
El mismo Papa, liberando la Misa Tradicional en Latín de los grilletes de la mentalidad del “indulto” y aprobando los Estatutos del Camino Neocatecumenal sólo puede entenderse como una completa contradicción. La tradición y la novedad simplemente no pueden ser tratados como iguales. ¿Por qué pretende el Vaticano que las serias críticas al Camino – por los que lo conocen – no existan? No, no estamos fuera de peligro todavía, ni por imaginación.
Michael Matt
[Traducido por Alberto Guzmán. Artículo original.]

"Ante el error de una manera 
u otra hay que protestar y resistir"
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viernes, 15 de julio de 2016

LA SUPRESIÓN DEL SACRIFICIO PERPETUO : INFAME TRAICIÓN


Revista Roma N° 109
LA SUPRESIÓN DEL
 
SACRIFICIO PERPETUO 

Por Tomás Tello



Pablo VI promulga el Novus Ordo
El 3 de abril de 1969 Pablo VI publicó la Constitución Apostólica 
Missale Romanum que promulgaba el Novus Ordo Missae


   Fue para mí una revelación sorprendente, dada la presente situación eclesial, cuando leí, por primera vez, el comentario del Card. Billot, s.j ., a los versículos de Daniel, que hacen referencia a la supresión del Sacrificio perpetuo. Era citado en la obrita de Gabrielle Rochon "L'INFAME TRAHISON" (Montréal, 1980, págs. 22-25). Posteriormente, lo volví a leer en su contexto de la Obra completa del Card. Billot "LA PARUSÍA", publicada en EINSICHT, en noviembre de 1987. 
   A partir de aquel momento quedó perfectamente claro, con un golpe de luz deslumbradora, aquel versículo de San Mateo (24,15):
"Cuando veáis puesta en el lugar santo la Abominación de la Desolación, la anunciada por el profeta Daniel (el que lea entienda)". O el paralelo de San Marcos: "Cuando veáis la Abominación desoladora, puesta donde no debiera estar (el que lea entienda)" (13,14).
   Los comentarios que conozco las aplican a la destrucción de Jerusalén y a la profanación del templo.
   Debido a la impresión que me causó el Comentario del Card. Billot, por encajar tan bien en las presentes circunstancias, intenté remontar la corriente de la Tradición, para ver lo que la misma nos dice sobre el tema, ya que el Card. Billot no aporta citas, ni hace alusión alguna a la Tradición.
   Cristo nos dice que el que lea entienda; esto es, que debemos esforzarnos en penetrar su sentido. Con esto se nos avisa que, contra todas las apariencias, el sentido no debe ser tan somero, ni tan obvio, como el que nos ofrecen comúnmente los comentaristas. Cristo nos remite al profeta Daniel. Se impone el deber de consultarlo. Cuando Cristo lo cita, es porque indudablemente nos dará la clave para su comprensión. Esto es lo que hace el Card. Billot, en su Comentario.
   En efecto, Daniel pone  en  íntima  conexión, en varios  pasajes, la Supresión del Sacrficio perpetuo con la instalación de la Abominación de la Desolaclon. Vease, ademas de la cita introductoria, Dan. 9,27 y 12,11. Sólo en el cap. 8 se habla de la supresión del Sacrificio cotidiano, sin hacer mención expresa de la Abominación de la Desolación: "Y creció hasta el mismo Jefe del Ejército y fue por él suprimido el Sacriticio cotidiano y derribado el lugar del Santuario" (Dan. 8,11). Aquí tenemos los datos del profeta Daniel, al que CrIsto nos remite. 
   Los comentaristas que he leído, refieren esto exclusivamente a la persecución de Antioco y a la colocación de la estatua de Júpiter Olímpico en el Santuario, o a la profanación de Jerusalén por las tropas romanas, sin referirse a su significado profundo, pero los sucesos del Antiguo Testamento eran sólo "Umbra futurotum", como nos dice San Pablo; o sea, imagen, figura o símbolo de una realidad mesiánica futura.
   Según se puede deducir de los lugares del Antiguo Testamento, donde se habla de la Abominación de la Desolación (por ejemplo, I Mac. 1,47; 50, 57 y II Mac. c. 6), la Abominación de la Desolación no es otra cosa que la sustitución del verdadero culto de Dios por un culto falso, ofrecido a los ídolos, o la profanación del lugar sagrado. De ahí, la íntima relación entre la supresión del Sacrificio perpetuo y la Abominación de la Desolación.
   Esto quiere decir que, al aplicar Cristo a una profecía suya, la profecía de Daniel, la supresión del Sacrificio perpetuo (o lo que es igual la supresión del Santo Sacrificio de la Misa) estaba ya evidentemente profetizada en el Antiguo Testamento; pues, el único Sacrificio Perpetuo, a partir del Sacrificio del Calvario, cuando quedó abolida la antigua alianza y establecida la nueva y eterna, es el SACRIFICIO DE LA MISA. No hay otro. Todo esto lo explica y aplica muy acertada y exactamente el Card. Billot, en su citada obra.
   Conclusión. Abominación de la Desolación es igual a la supresión del verdadero culto de Dios, a la supresión del Sacrificio perpetuo. Es así que el único Sacrificio perpetuo, cuando Jerusalén fue tomada por las tropas romanas y fue destruido el templo, era el Sacrificio de la MISA, luego lo que se profetizó es que la MISA, la OBLATIO MUNDA, que le sería ofrecida a Dios, desde la salida del sol hasta el ocaso, habría de ser abolida. Esto es lo que sucedió con la promulgación del Novus Ordo Missae (N. O. M.). Esto es lo que consta en la Sagrada Escritura. Pero es preciso bucear en la Tradición para ver como interpreta esta profecía.
   Es una lástima que el Card. Billot no cite la Tradición. Gabrielle Rochon apostilla así a las conclusiones del Card. Billot: "Explicaciones enteramente de acuerdo con los Santos Padres de la Iglesia y toda la tradición apostólica de la Santa Iglesia Romana" (p. 22). Pero no aduce ningún testimonio de la misma. Estaba persuadido de que la exégesis del Card. Billot se tendría que basar en la Tradición pero, ¿en qué grado?
   Procuré rellenar la laguna dejada por el Card. Billot. Era consciente de las dificultades que la empresa entrañaba para mí, por no ser especialista en la materia, por mis ocupaciones profesionales y por no tener cómodo acceso a las fuentes desde el medio en que se desenvuelve mi vida. Sin embargo, esta idea obsesiva me hacía no cejar en el empeño. El primer material testimonial al respecto, me llegó a través de la Revista EINSICHT. Era una cita de San Alfonso María de Ligorio, cuyo tenor es: "Satanás suprimirá el Sacrificio de la Misa, y eso se llevará acabo a causa de la falta de fe de los hombres" ("Zerstorung der HI. Messe in N. 0. M.", de Visser, Einsicht,febrero 1985).
   Posteriormente, leí otro testimonio, citado por el abate Zins, de San Jerónimo: "El Anticristo abolirá el ejercicio público del único verdadero Sacrificio del altar" (V. S. Jer. "in Danielem 12,11. SUB TUUM PRAESIDIUM, nº 3, 2º Trim. 1986, p. 34). Esto era ya sumergirse en las fuentes de la Tradición, en la Patristica. Pero... tenían que existir más. La expectativa quedó satisfecha, al adquirir la obra del Padre Antonio Orbe, S.J., "La Teología de San Ireneo" (B. A. C., Madrid, 1988). Por esta obra, me he podido enterar que San Ireneo, testigo casi de primera mano de la Tradición Apostólica, afirma que el Santo Sacrificio de la Nueva Alianza será desterrado por obra del Anticristo. "Deinde et tempus tyrannidis ejus significat, in quo tempore fugabuntur sancti qui purum sacrificium offerunt Deo." O sea: "Más tarde indica el tiempo de su tiranía, cuando serán perseguidos los santos que ofrecen a Dios el sacrificio puro" (1. V, 25,4). Oigamos los comentarios del p. ORBE. "En ese tiempo los santos serán perseguidos y desterrado el sacrificio puro a Dios". "Está claro -dice- lo que  Ireneo entiende por la persecución y fuga de los santos «qui purum sacrificium offerunt Deo». Cesará con el Anticristo el Sacrificio Puro, la Eucaristía dilatada por todo el mundo entre las gentes para glorificar el nombre del Dios Creador.... La Eucaristía será, según Daniel (9,27), eliminada durante los tres años y medio de tirania. Contra ella se cebará singularmente el odio del Anticristo por ser el sacrificio más fructuoso para el hombre..." (O.c. III, p. 45-48).
   El mismo autor apoya su interpretación, citando a otros Padres. San Hipólito: "Sobrevenido él, desaparecerá el sacrificio y la libación que, ahora, en todas partes es ofrecida a Dios por las gentes." ("De Antichristo", 64 initio; y, sobre todo, "In Danielem", IV, 49,3). Citado el en la pág. 49.
   Y del Pseudo-Hipólito dice que, en su obra "De consummatione mundi" (c. 34}, se hace eco, de manera ingenua, de la Eucaristía ausente en los días del Anticristo (p. 48).
   Riquísima información que confirma la exactitud de la exégesis del Card. Billot. No obstante, seguí indagando, por si encontraba algo más y efectivamente, leyendo el Comentario "In Danielem" de Teodoreto de Ciro, encontré este elocuente e inequívoco testimonio de la Tradición: "Abominationem autem desolationis vocat Antichristum, mutationem continuitatis ecclesiastici cultus, ordinem ab illius infamia et rabie dissipatum et ABOLITUM." (Theodoretus de Cyro, "In Danielem", Oratio X, circa finem.) "Llama Abominación de la Desolación al Anticristo, al cambio o alteración de la continuidad del culto eclesiástico, y al orden interrumpido y ABOLIDO por su perversidad  y furor". Según lo interpreta Teodoreto se puede aplicar a la ruina de toda la estructura eclesial, llevada a cabo por Pablo VI, haciendo auténticas mutaciones en la Misa y en la Liturgia sacramental.
   Vemos, pues, que la Tradición autoriza plenamente la exacta y clarividente exégesis del Card. Billot. "El culto de Dios -dice- dejará de ser celebrado, al menos públicamente... En una palabra: El Sacrificio de nuestros altares será proscrito, en esos terribles días; en todas partes será prohibido, salvo lo que se pueda hacer en la sombra subterránea de las catacumbas... O sea, algo similar a lo que les sucedía a los primeros cristianos en tiempo de persecuciones, o a lo que ha estado sucediendo tras el telón de acero, por ejemplo, en la Iglesia clandestina en Checoslovaquia. Discrepo en cuanto al modo concreto como concibe el Card. Billot en que se llevaría a cabo la supresión del Sacrificio perpetuo. Está visto que las profecías, antes de su cumplimiento, son todas equívocas, según proclamó Pascal.
   En cambio, hay testigos de la Tradición que sorprenden por hacer uso, para expresar el hecho de la desaparición del Sacrificio perpetuo, de un verbo de valor estrictamente jurídico: ABOLIR. Así San Jerónimo y Teodoreto. Ese es el verbo que ofrecen en su traducción española, Bover-Cantera y Ediciones Paulinas, en los versículos de Dan. 11,31 y 12,11; así como la Biblia de Jerusalén, en el versículo 11,31: "Abolirán el Sacrificio cotidiano... He aquí, como se expresa la versión de los Setenta, en el versículo 31, del capítulo 11: "Kai metastésousin ton endelejismon". El verbo I'methistemi" significa, entre otras cosas, cambiar, sustituir, mudar, transformar; los cuales, más que un simple abolir, derogar o abrogar, connotan algo más, se trata más bien de OBROGARE, en latín, que significa derogar o anular una ley, sustituyéndola por otra. Obrogare, según la definición de los juristas romanos, "est legis prioris infirmandae causa, legem aliam ferre", o sea, consiste en promulgar una ley para anular otra anterior. Esto es, en realidad, lo que se ha conseguido con la promulgación del N. O. M.
   De todos modos, una palabra clave, para entender el modo de llevarse a cabo la supresión del SACRIFICIO PERPETUO, es un verbo que tenga sentido jurídico, ya que abolir, derogar, abrogar u Obrogar , o sea suprimir legalmente, sólo lo puede hacer el Legislador. Otro procedimiento sería obrar contra Derecho y no dejaría de tener sus oponentes encarnizados que, pública o clandestinamente, se alzarían en contra de la intromisión injusta del tirano, como sucedió durante la dura época de las persecuciones primitivas y en todas las demás que ha habido a lo largo de la historia. De este modo no cesaría la celebración del Sacrificio Perpetuo; en tanto que la profecía de Daniel da por suprimido el Sacrificio Perpetuo.
   Veamos. Resulta que la supresión del Santo Sacrificio Perpetuo - el Rito canonizado por un Concilio y un Papa, que lo fijó a perpetuidad bajo terribles anatemas- quedó oficialmente decretada el día en que se promulgó la CONSTITUCION APOSTOLICA "MISSALE ROMANUM" por Pablo VII, el día del Jueves Santo -justamente- 3 de abril de 1969 [1] .
   Sí, así de una manera tan simple y tan poco estridente, logró Satanás que quedara suprimido "LEGALMENTE" el Santo Sacrificio Perpetuo. A esta supresión se plegaron, de momento, más del 90% de los sacerdotes. En la actualidad, no quedará ya ni siquiera el 1% que celebre el auténtico Sacrificio Perpetuo de la Nueva Alianza.
   Para comprender la eficacia absoluta de esta abolición hay que fijarse en el caso de los 6.000 sacerdotes españoles -un 25 % aproximadamente de los sacerdotes de entonces- de la Hermandad Sacerdotal Española de San Antonio María Claret, que en carta, dirigida a BUGNINI, se negaban a celebrar según el nuevo rito del N. O. M., con estas palabras: "Nosotros sacerdotes católicos no podemos celebrar una misa, de la cual M. Thurian de Taizé ha declarado que podía celebrarla sin dejar de ser protestanteLA HEREJÍA NO PUEDE SER JAMÁS MATERIA DE OBEDIENCIA (subrayado mío). Pero esta actitud se quedó en agua de borrajas. Bastó que alguien les insinuara que se trataba de una ley proclamada por el Papa, y que si no celebraban según el nuevo rito, desobedecerían al Santo Padre, para que la fortaleza de los santos quedara quebrantada (Dan. 12,7), para que toda su enérgica voluntad de oposición a la herejía se enervara y quedara deshecha cual terrón de azúcar en agua herviente.
   ¡Qué fácil lo sabe hacer Satanás y cómo cumplió perfectamente la profecía de Daniel! Se alzaron los sacerdotes españoles contra Bugnini, pero se plegaron ante la ley del presunto legislador. Eficacia suma.
   Aquí, en la destrucción de las estructuras multiseculares de la Iglesia, llevada a cabo por el Vaticano II y por los "papas", a partir de Juan XXIII, manifestó el Anticristo su vigorosa potencia, realizando destrucciones prodigiosas, con toda prosperidad, exterminando a los fuertes y al pueblo de los Santos, verificando la aniquilación con en tal suavidad que no se advierte (Conf. Dan. 8, 25-26; Ap. 13,7).
   Si bien la supresión o derogación del Sacrificio Perpetuo y de todo el Orden eclesiástico carece de legitimidad, sin embargo, tiene visos de legalidad y cubre todas las apariencias. Es la jugada maestra de Satanás, que no realiza por sí, directamente, como creía San Alfonso María de Ligorio, ni tampoco el Anticristo, como pensaba San Jerónimo. Satanás se valió para ello de la segunda Bestia, que con aspecto de cordero habla el lenguaje del Dragón (Ap. c. 13).
   Repito que es la obra maestra de Satanás, astucia insuperable, capaz de engañar -si ello fuera posible- incluso a los mismos elegidos (Mat. 24,24).
   Parece ser que Daniel y San Juan se quedaron cortos en la expresión de la trágica realidad que intentaban pintarnos y no por otro motivo, sino por las deficiencias del lenguaje humano. Por eso, tuvieron que echar mano de esas macabras visiones, con el fin de impresionar nuestra imaginación. Son imágenes espantosas, terroríficas, en su expresión lingüística; pero quedan sobrepujadas por la profunda realidad. La realidad es mucho más desgarradora; sólo que al ser de orden espirítual, la humanidad no se percata de la misma. Eso es lo malo; lo verdaderamente terrorífico, que tendría que provocar lamentos más desgarradores, que los que le inspiraron a Jeremías la ruina de
Jerusalén.
   ¿Es posible que esto no lo vea el 99% de la Humanidad? Por eso, pudo interrogarse, con razón, el divino Maestro: "¿Cuando venga el Hijo del Hombre, acaso encontrará la Fe en la tierra?" Subrayo el artículo, pues -no sé por qué- las versiones en lengua vulgar suprimen dicho artículo, que consta en el original griego. Se trata de la Fe objetiva, la cual quedaría como eclipsada ("La Iglesia quedará en tinieblas", se nos anuncia en el mensaje de la Salette), aun en aquellos que subjetivamente no la hayan perdido, sin saber en muchos puntos a qué atenerse, llenos de confusión y turbación, como se puede observar en los diversos grupos "tradicionalistas". Sucede como durante la Pasión de Cristo, en que se produjo la desbandada.
   ¿Qué explicación se podría dar a esta ceguera espiritual? Indudablemente, una de orden sobrenatural, de castigo por nuestros pecados, por falta de amor a la Verdad, que nos podría salvar (Tes. II, 2, 10).
   Esta ceguera, tiene, además, una base psicológica, en combinación con los misteriosos y adorables designios divinos, que sería interesante investigar.
   Ya dijo Pascal que, en las cosas de Dios, hay luz suficiente para los que no desean sino ver; así como también la suficiente oscuridad para los que tienen la disposición contraria. De este modo, no se pierde el mérito de ver, ni la responsabilidad del rechazo. 
   Ese lado oscuro lo es mucho más, cuando se trata de profecías antes de cumplirse. "Las profecías son equívocas; sólo después de su  cumplimiento desaparece la ambigüedad" (Pascal) .Pero sólo hasta cierto punto -añado yo-. El lado oscuro permanece, según el principio de Pascal, enunciado más arriba. 
   Pero, al intentar dilucidar esto, tengo que terminar aquí el presente artículo, ya que ello ofrece materia para otro. 
ÍNDICE "REVISTA ROMA"
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  • [1] Nota de la Redacción: En el número 108 de ROMA se puede ver como Pablo VI el 21 de noviembre de 1964, aprobó documentos del Concilio (Lumen Gentium y Unitatis Redintegratio) que contradicen el dogma de fe que fuera de la Iglesia no hay salvación (Extra Ecclesiam nulla salus). Así mismo el mismo día "aprobó" otro documento (Orientalium Ecclesiarum) que permite dar los Sacramentos incluso la Sagrada Eucaristía a cismáticos y aun a herejes y recibirlos de ellos, contradiciendo la Tradición inveterada, al Concilio de Florencia en definición solemne, al Canon 731.2 del Derecho Canónico.

PROFECÍA DE SAN ALFONSO MARÍA DE LIGORIO SOBRE LA ABOLICIÓN DE LA MISA


San Alfonso María de Ligorio amaba el Santo Sacrificio de la Misa, y obtuvo la revelación sobre la andanada final del diablo contra la Eucaristía (que ocurrió en 1969 por el misal del Novus Ordo).

La Misa es la mayor gracia que da Dios a los hombres. La Misa es el más bello y precioso tesoro que posee la Iglesia, como dijo el profeta: ‘¡Qué felicidad, qué hermosura: el trigo hará florecer a los jóvenes y el vino nuevo a las muchachas!’ (Zac. 9, 17).

En la Misa el Verbo Encarnado se sacrifica al Eterno Padre y se nos entrega en el sacramento de la Eucaristía, que es el fin y objeto de todos lo demás sacramentos, como señala Sto. Tomás: ‘Los sacramentos tienen su coronamiento en la Eucaristía’. (…)

Por eso procuró siempre el demonio abolir en el mundo la Misa por medio de los herejes, constituyéndolos precursores del anticristo, el cual, ante todo, procurará abolir (y abolirá de hecho) el Santo Sacrificio del altar en castigo de los pecados de los hombres, según predijo el profeta Daniel: ‘Y un ejército fue colocado sobre el sacrificio perpetuo’. (Dan 11, 12)”.
 (Ejercicio al Clero, San Alfonso María de Ligorio)

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viernes, 1 de julio de 2016

HOLLYWOOD ES Y SERA EL INODORO DE PERVERSIÓN Y SATANISMO


"Pero los cobardes, incrédulos, abominables, asesinos, inmorales, hechiceros, idólatras y todos los mentirosos tendrán su herencia en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda." (Apocalipsis 21 , 8)





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CONVERSIÓN DE MANUEL AZAÑA , PRESIDENTE Y ANTICLERICAL MASÓN ENEMIGO DE LA IGLESIA EN ESPAÑA



Manuel Azaña pudo haber muerto de cara a aquel Dios al que en vida dio la espalda y a cuyos fieles no defendió cuando se produjo, entre otra serie de hechos, la quema masiva de conventos en el inicio de una República en la que él estaba al mando.
Según relata el obispo que trató con él durante los últimos días de su vida, el político autor de la ya funesta frase de "ni todos los conventos de Madrid valen la vida de un republicano" pudo convertirse antes de su muerte y haberse reconciliado con la Iglesia a la que no dudó en desamparar y perseguir durante su actividad pública.

El que mejor puede hablar sobre este curioso y repentino hecho fue el obispo de Montauban, diócesis situada en el suroeste de Francia. Años después del fallecimiento del dirigente del Frente Popular, monseñor Pierre-Marie Théas hizo públicos los últimos momentos de Azaña.

El 18 de octubre de 1940 se produjo el primer encuentro entre el prelado y un ya muy enfermo Azaña, reunión que se produjo a petición del español. "Vuelva a visitarme todos los días", le dijo el republicano español tras esta primera cita. El obispo le visitó a diario y le preguntó por algunos asuntos muy oscuros de su biografía. Así lo relata monseñor Théas: "hablamos de la revolución, de los asesinatos, de los incendios de iglesias y conventos. Él me hablaba de la impotencia de un gobernante para contener a las multitudes desenfrenadas".

En estos escritos del obispo, rescatados por el sacerdote Gabriel M. Verd, Théas añade que "deseando conocer los sentimientos íntimos del enfermo, le presenté un día el Crucifijo. Sus grandes ojos abiertos, enseguida humedecidos por las lágrimas, se fijaron largo rato en Cristo crucificado". Tras esto, Manuel Azaña "lo cogió de mis manos, lo acercó a sus labios, besándolo amorosamente por tres veces y exclamando cada vez: ¡Jesús, piedad y misericordia!".

Siguiendo con el relato de los hechos, el obispo francés dio un paso más y le preguntó: "¿desea usted el perdón de los pecados?", a lo que el que fuera presidente durante la República dijo que sí. "Recibió con plena lucidez el sacramento de la Penitencia, que yo mismo le administré", dijo ya en 1952 monseñor Théas.

Sin embargo, no todo llegó a poder hacerse con Azaña. "Cuando hablé a los que le rodeaban de la administración de la Comunión, en forma de Viático (comunión que se da a los enfermos ya moribundos), me fue denegado con estas palabras: ‘¡Eso le impresionaría!’. Mi insistencia no tuvo resultado". Pero Azaña sí recibió la extremaunción y murió el 3 de noviembre de 1940 en presencia de este obispo francés.

Este repentino acercamiento al catolicismo también fue explicado por su viuda, que habló de la importancia de una monja que actuó como eslabón para que pudiera conocer al obispo. Además, contaba la esposa, tal y como aparece en La Conversión de Azaña, de G.M. Verd, que el día de la muerte del político "ya por la noche viéndole morir, por encargo mío salieron en búsqueda de la monja, y ésta, cumpliendo mis deseos igualmente, vino acompañada del obispo. Minutos después, nuestro enfermo expiraba".

Exponente del anticlericalismo
Manuel Azaña, presidente durante la II República y reconocido masón Manuel Azaña fue un referente de la Segunda República, periodo en el que se produjo una brutal persecución a la Iglesia Católica y que comenzó con la quema masiva de conventos, iglesias e instituciones religiosas. Pero cuando esto ocurrió en 1931, el entonces ministro de la Guerra no movió un dedo para impedirlo y realizó una histórica declaración que dio al inicio a lo que después se convirtió en una matanza: "ni todos los conventos de Madrid no valen la vida de un republicano".
También desde las Cortes su papel se movió en un agresivo laicismo y fue en otro discurso donde pronunció otra frase que marcaría este anticlericalismo: "España ha dejado de ser católica".

Y no sólo se atacó a los católicos en la calle sino que la misma Constitución de 1931 ya evidenciaba este espíritu muy en la línea de Azaña. Aprobada ya con él como jefe de Gobierno el texto regulaba de manera restrictiva el estatuto jurídico de las confesiones religiosas así como la libertad de conciencia.


 Incluso su desarrollo legislativo tuvo otra serie de consecuencias como la disolución de la Compañía de Jesús en 1932 o la ley de Confesiones y Asociaciones Religiosas de 1933.

Fuente : http://www.libertaddigital.com